Huellas N.8, Septiembre 2007

PRIMER PLANO - Meeting de Rímini

«No estoy sola, hay gente que cree en algo sólido como yo»

Paolo Perego

La vicepresidenta de las mujeres marroquíes en Italia relata su primera visita a Rímini

Sólo ha estado en el Meeting durante un día, y ha visto muy poco. El tiempo justo para hablar en el encuentro “Salvemos a los cristianos” y para cenar con los otros ponentes. Después, de vuelta a Milán, con la escolta que le ha sido asignada tras las amenazas sufridas a comienzos del verano a causa de su lucha en defensa de los derechos de las mujeres musulmanas. Poco tiempo, pero suficiente para llevarle a exclamar: «¿El Meeting? ¡Madre mía, qué gusto!». Dounia Ettaib tiene 28 años, es la vicepresidenta de la Asociación de la comunidad de mujeres marroquíes en Italia, y desde comienzos de julio es ciudadana italiana.
Este año se hallaba en Rímini por primera vez: «En 2006 conocí a Souad Sbai, la presidenta, que ya había estado en el Meeting: fue ella la que me habló de este encuentro». El pasado mes de diciembre salió muy impresionada de la presentación en Milán de la edición árabe de El sentido religioso: «Pero aquí en el Meeting he tenido por fin la ocasión de comprender un poco más el movimiento, de ver a muchísima gente, a muchos jóvenes: ha sido importante descubrir que no estoy sola, que hay gente que cree en algo sólido como yo. Esto da un impulso nuevo a mi trabajo, incluso desde un punto de vista práctico. Como ha sucedido por ejemplo en el encuentro con otras asociaciones afines a la nuestra: he descubierto situaciones que desconocía por completo». Dounia creció en Casablanca, en donde asistió a una escuela católica y, como cuenta ella misma, fue educada desde pequeña en la relación con la cultura cristiano-occidental: «Mi madre me contaba de niña la sura de María, la madre de Jesús, para explicarme la Pascua cristiana, en la que nosotros no creemos. Decía que se hacía fiesta porque en aquel día Dios, que no podía soportar ver a María llorar, le había enviado a Jesús, su hijo crucificado, para decirle que estaba vivo. Dios no quiere ver sufrir a las mujeres». ¿Y el año que viene? «El Meeting es algo precioso. Vendré toda la semana. Hay demasiadas cosas que ver y conocer».