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Huellas N.8, Septiembre 2007

PRIMER PLANO - Meeting de Rímini

Cuando la naturaleza acepta responder

Mario Gargantini

Un premio Nobel que se admira ante las exposiciones, unos matemáticos que defienden «la fuerza de la evidencia». He aquí los científicos que han cautivado al pueblo del Meeting

En el Meeting puede suceder que un premio Nobel, lleno de curiosidad como un niño, se deje provocar por los efectos especiales propuestos por Euresis en la exposición La luz, los ojos, el significado, y reconozca la originalidad de una experiencia como la de ver, tan familiar para cada uno de nosotros y sin embargo irreductible a sus componentes físicos, biológicos y neurológicos.
Esto es lo que le ha sucedido a George Smoot, ganador del Nobel de física 2006 por los descubrimientos que nos han acercado un poco más a la verdad encerrada «en los pliegues del tiempo» (es el título de un libro suyo). Presentado en Rímini por su colaborador y amigo Marco Bersanelli, Smoot ha relatado la aventura que nos ha permitido «ver» los primeros resplandores del cosmos, esos sutiles encrespamientos de las radiaciones del fondo cósmico que han actuado como semillas para el espectacular florecimiento de estrellas y galaxias.
El astrofísico norteamericano ha sido el invitado de honor de una edición que ha contado con un equipo científico bien surtido en torno a algunos multipremiados números uno mundiales, como los ganadores de la Fields Medal (equivalente del Nobel para las matemáticas) Enrico Bombieri y Laurent Lafforgue, el Premio Balzan Xavier Le Pichon y el Premio Templeton Paul Davies. Por lo demás, un tema como el de la verdad no podía dejar de interpelar a los científicos, comprometidos cotidianamente en una lucha agotadora para hacer emerger la verdad de los objetos matemáticos o de los fenómenos naturales. Para tener la esperanza de llegar a su objetivo deben estar convencidos de que puede emerger algo, de que hay algo por revelar y reconocer.
De esto está convencido Bombieri, que está trabajando sobre la hipótesis de Riemann (que observa un orden en la distribución, aparentemente caótica, de los números primos), «un trabajo que me apasiona desde hace cuarenta años y que tal vez me lleve algún día a saber cuál es la verdad sobre esa hipótesis: sé que es verdadera, pero no sé demostrarla».
Una actividad, la de los científicos, que para Le Pichon responde a «una necesidad del hombre de comprender dónde se encuentra, de dialogar con el mundo. Una de las mayores alegrías del científico es conseguir establecer un diálogo con la naturaleza, poder plantearle preguntas; y cuando se plantean las preguntas justas, la naturaleza acepta responder». Se trata de mantenerse leales a la verdad, aceptando el desafío de una realidad superabundante y preparada para derrumbar cualquier esquema o modelo. «¿Cuándo se convierte en falsedad?», se pregunta Bombieri: «Cuando uno insiste en rechazar la evidencia, en no querer examinar y volver a examinar lo que ya se sabe; en este punto las cosas se vuelven difíciles y la verdad desaparece».
Son justamente los matemáticos los que iluminan mejor este proceso. No es casual que una de las intervenciones que más han impresionado en Rímini haya sido la de Lafforgue. Una de las paradojas que en su opinión marcan el carácter íntegramente humano y humanizador de las matemáticas es que tienden a explicitar la razón de las cosas de forma que eliminan cualquier fractura entre las explicaciones y nuestra representación de los objetos estudiados. Por eso sucede que los textos matemáticos «tienen la fuerza de la evidencia, dan la impresión de que las explicaciones son tan claras que habrían debido existir desde siempre». Lafforgue se extiende, sin medias tintas, en una crítica hacia el planteamiento actual de la enseñanza, que ha situado a ésta en primer plano de los informativos. En su opinión la causa del desastre educativo se remonta a un cuestionamiento constante de la noción de verdad objetiva, «que es el espejo de la noción de sujeto, de persona». Y no duda en declarar que las matemáticas «son humanas porque son difíciles»: lo inhumano no está en la dificultad, sino en una aparente facilidad que no respeta el objeto e impide un verdadero conocimiento.
Y al final, los focos que apuntan a la ciencia en este Meeting han producido un ulterior efecto de perspectiva, poniendo en primer plano al hombre y a su deseo de encuentro con la verdad.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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