San Ricardo y dos curaciones que los médicos no logran explicar. Un reclamo inexorable. «Dios se ha hecho familiar al hombre; por eso puede intervenir cuando quiere, cotidianamente, también de un modo excepcional».
Hace un tiempo diagnosticaron a mi madre un grave tumor óseo. Al día siguiente de la noticia (16 de Septiembre), algunos amigos me acompañaron a la iglesia donde reposan los restos mortales de San Ricardo Pampuri para pedir la curación de mi madre, no creyente. Ninguno de ellos la conocía directamente y esto la impactó y conmovió muchísismo.
Pocos días después, el 20 de Septiembre, fue al hospital para algunas pruebas. El resultado fue "inexplicable", al menos según los médicos: el mal había remitido casi totalmente, ni siquiera era necesario el tratamiento de quimioterapia previsto. De nuevo volvimos al Santo de Trivolzio; esta vez también venía mi madre para dar gracias. El milagro, sin embargo, no se redujo sólo a su curación: ha comenzado a ir a misa y no puede dejar de reconocer que el Señor ha respondido a las peticiones de los amigos que han estado más cercanos a nosotros. San Pampuri también ha actuado sobre mi padre: su mirada sobre las cosas y el mundo no es como la de antes. Ya no es posible prescindir de la evidencia de lo que ha sucedido. Ahora le pido al Señor que obre el mayor milagro: mi conversión y la de mi familia y pido que lo que he intuido en estos días se haga conciencia y camino para mi vida a través de la compañía de los amigos en la Universidad.
Roberta
A finales de Mayo recibí el resultado de algunas pruebas médicas: linfoma nonhogkin. El médico me explicó de lo que se trataba y me pronosticó un duro calvario durante las curas a las que debía someterme. Comencé un ciclo de quimioterapia cada tres semanas. A principios de Agosto me fui con algunos amigos de Spirano (mi pueblo) a la tumba de San Pampuri. Regresé de allí a la semana siguiente. A finales de Agosto, después de muchísimos controles, los médicos me dijeron que no sabían si estaba curado o si el mal todavía no había sido vencido. Volví a San Pampuri, el 17 de Septiembre, esta vez con los amigos del Politécnico. Al día siguiente los doctores me comunicaron que estaba curado.
Damiano
(Traducido por Alfonso Lozano)
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