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Huellas N.11, Diciembre 2007

PRIMER PLANO

Los hechos que nos abrieron los ojos

Lorenzo Albacete

No hace mucho tiempo, el término “generación del 68” no significaba nada para la mayoría de los ciudadanos americanos corrientes. No sólo porque muchos americanos desconocen absolutamente la historia, incluida la propia, sino que –a diferencia de Europa– los sucesos de 1968 no se consideraron como expresión de un cambio ideológico en la historia americana. Los asesinatos de Martin Luther King Jr. y de Robert F. Kennedy, la ofensiva del Tet en Vietnam, que redujo bruscamente el apoyo de la población a la guerra, la creciente violencia en la batalla por los derechos civiles, la creciente influencia de los movimientos para la liberación de la mujer y de los homosexuales, etc..., fueron reconocidos como causa de los cambios inminentes que sucederían en la vida americana. Sin embargo, salvo para los que piensan así, estos no fueron vistos como expresiones de una única corriente de pensamiento. Por el contrario, tales eventos fueron en su mayoría considerados como la expresión de problemas que necesitaban ser resueltos, y se consideraba que el sistema político-económico poseía todavía los instrumentos para resolverlos. La única batalla ideológica reconocida como tal fue la que se produjo entre el pensamiento tradicional americano (ya fuese liberal o conservador) y el comunismo.
Dos eventos, que no aparecen en el elenco tradicional de los acontecimientos clave de 1968, desvelaron poco a poco lo que sucedería en los años siguientes, y mostraron que se trataba en realidad del comienzo de un enfrentamiento ideológico. El primer evento fue la publicación de la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, que reafirmaba la condena de la Iglesia al control artificial de la natalidad. Las innovaciones introducidas por el Concilio Vaticano II habían persuadido a la mayoría de los católicos americanos de que la Iglesia aceptaría el uso de la píldora anticonceptiva. Cuando se publicó la encíclica, la unidad de la Iglesia empezó a resquebrajarse. Las iglesias se convirtieron en lugares en los que manifestarse y protestar públicamente. Se hizo evidente que estaba en juego mucho más que el control de la natalidad. En realidad, la lucha concernía a los distintos modos de entender el significado de la libertad y la óptica humana de la que dependían estas modalidades diversas de interpretar la libertad. El segundo evento fue el estreno en los cines de la película de Stanley Kubrick 2001: Una odisea en el espacio. Aunque es considerada por muchos como una película de ciencia ficción, se trataba en realidad de una extraordinaria representación de la historia de la evolución humana desde una perspectiva puramente laica, científica y tecnológica, en la que el progreso era visto exactamente como la emancipación del hombre de la dependencia de su cuerpo y como el triunfo definitivo de la mente. La verdadera naturaleza de lo que estaba sucediendo comenzaba a mostrar su rostro. El año 2001 no ha cumplido las previsiones de la película, pero el 11 de septiembre ha obligado a los americanos a considerar seriamente qué estaba en juego ya desde entonces.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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