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Huellas N.02, Febrero 2019

BREVES

La historia

Parte amistoso

«¡Frena, frena, que le das!». A Lucas se le queda la palabra en la boca, y oye un ¡pum! Un viejo Passat familiar se ha estampado con el Toyota Auris que tiene delante. Falta menos de un cuarto de hora para el comienzo de la misa de la Epifanía. Mientras baja del coche, Lucas oye los comentarios de los transeúntes que se paran para ver el accidente. «¡Pues claro, son siempre ellos, los inmigrantes! Ni siquiera tendrán seguro». «¡Puedes darte con un canto en los dientes que por lo menos se ha parado!». Cuando llega delante de los dos coches comprende el porqué de estos comentarios ácidos: al volante del Passat un hombre africano con una mujer muy asustada al lado. Del Auris baja una pareja de mediana edad. Enseguida pregunta: «¿Va todo bien? ¿Os habéis hecho daño? ¿Hay que llamar a una ambulancia?». «¡Gracias! Alguien que pregunta cómo estamos. ¡Nada roto! Excepto el coche. Solo un gran susto», responde la señora. En un español un tanto raro el conductor del Passat dice: «Lo siento mucho. Mi mujer y yo llegamos hace un mes desde Isla Mauricio. Este coche nos lo han prestado. Es la primera vez que lo llevo. ¡Qué desastre! ¿Qué debo hacer ahora?». «Un parte amistoso. Aquí tienes el impreso a rellenar. Hagámoslo rápido, no queremos llegar tarde a misa», explica el propietario del Auris. «Lo siento, pero no sé leer en español», dice afligido el hombre. La mujer, hasta entonces callada, empieza a agitarse: «Si perdemos la misa de 11:00 ya no hay arreglo.» Lucas los mira y propone: «Si entiendo bien, os preocupa llegar a la misa. Vamos juntos, luego yo me quedo y les ayudo a rellenar el parte, ¿os parece?». Todos están de acuerdo. Antes de entrar en la iglesia, Lucas envía un SMS a su madre: «Quizás llegue tarde. Luego os explico».
A la salida, se ponen a rellenar el formulario. Lucas traduce al inglés las distintas casillas. Todo procede muy despacio. En un momento dado, la señora pregunta: «¿Pero por qué lo hace? ¿Por qué se queda con nosotros y nos ayuda? Nosotros tenemos una joyería en el centro, ¿acaso es cliente nuestro, o sus padres.?». A Lucas casi le entra la risa: jamás ha puesto un pie en una joyería. «No, de momento no soy cliente suyo, pero.». No acaba la frase cuando la señora africana lo interrumpe:
«Entendí por qué usted quiso ayudarnos cuando nos propuso ir juntos a misa. Lo hace movido por lo mismo que movió a los Reyes Magos». Se quedan todos unos instantes en silencio. Luego Lucas retoma en mano los papeles: «Ya falta poco, tan solo el dibujo del accidente». «Es tarde», dice el conductor del Passat. «Si estos señores están de acuerdo, podríamos hacer así: mañana, u otro día, os venís a casa, acabamos los trámites y os quedáis a comer. Naturalmente, Lucas, tú también estás invitado».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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