Con este número damos otro paso en nuestro recorrido. En Huellas del mes de octubre abordábamos qué es lo que permite crecer a personas que no sucumben a la confusión y aguantan el choque con una realidad cada vez más caótica, que induce a tener miedo, a echarse para atrás. Para responder a la emergencia educativa, decíamos, hacen falta lugares capaces de generar personas libres, no refugios donde resguardarse de la tormenta.
Ahora avanzamos, abordando otras preguntas. Un yo que acepta salir al ruedo, asumiendo los retos de la vida actual -desde los grandes escenarios políticos que amenazan tempestad hasta las relaciones cotidianas: los hijos, los compañeros de trabajo, el sufrimiento-, ¿con qué instrumento cuenta para no dispersarse? ¿Cómo puede conocer hasta alcanzar una certeza razonable?
Hay un hecho que nos ofrece una certeza patente precisamente en medio del caos actual: para conocer no basta con información, datos, análisis y teorías.
Si la historia de los últimos decenios lo ha mostrado a las claras, la de hoy lo confirma sin sombra de dudas. Hoy tenemos a nuestro alcance una cantidad de informaciones como nunca en la historia y disponemos de medios capaces de analizarlas que crecen a velocidad de vértigo. Existen medios cada vez más invasivos para recoger datos y algoritmos que los elaboran en tiempo real, para decirnos qué vuelo tenemos que tomar, qué diagnóstico podrá certificar nuestro médico o cuántos meses de cárcel sentenciará el juez (en algunos países esto ya es lo normal). En definitiva, disponemos de instrumentos de información de una potencia enorme y, además, objetivos, porque son capaces de esterilizar la incidencia del “factor humano”.
Sin embargo, nunca ha cundido tanto la confusión. El sociólogo Ulrich Beck lo llamó “metamorfosis del mundo”. Este cambio vertiginoso, que nos deja pasmados e inseguros, abre de nuevo una pregunta importante: ¿qué significa hoy conocer?¿Qué significa conocer de manera humana, adecuada a los problemas y a nuestra necesidad de alcanzar certezas y sostener las relaciones? ¿Qué aporta el cristianismo a esta urgencia por conocer?¿A qué se refiere don Giussani cuando dice que «Juan y Andrés, los dos primeros que se encontraron con Jesús, siguiendo a esa persona excepcional aprendieron a conocer de un modo distinto»?
Con este número tratamos de ofrecer algunas pistas. En Primer Plano mediante reflexiones y testimonios que van desde la investigación científica y tecnológica o el trabajo en el ámbito de la justicia, hasta la vida diaria. En la segunda parte de la revista con el reportaje de una comunidad que se ocupa de personas con discapacidad apostándolo todo por su humanidad, la historia que ha llevado a montar un recital sobre la Divina Comedia en un barrio de chabolas de Nairobi, o la entrevista a Valentin Silvestrov, famoso compositor ucraniano. Historias en las que el factor humano se revela clave para el conocimiento. Para ayudarnos a entender y a conocer en primera persona.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón