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Huellas N.7, Julio/Agosto 2018

LECTURAS

“Que el discreto se admire de la invención". Notas para la lectura del Quijote

Carmen Giussani

Pier Menard, el fantástico escritor creado por Borges, pretendía llevar a cabo la nada despreciable tarea de rescribir, palabra por palabra, sin saltarse una coma, el mismo Don Quijote de la Mancha, con el agravante de todos los siglos que le separaban del lenguaje, la sociedad y el marco histórico donde Cervantes lo engendró. No pensamos proponeros semejante tarea, pero sí la de invitar a una lectura personal del Quijote.
La lectura implica siempre una libertad, la del autor, que se dirige a otra, la del lector. Saber ir al encuentro de los clásicos y aprender a escucharlos supone siempre un desafío saludable y enriquecedor.
¿Cómo ponerse frente a la obra cumbre de Cervantes? Sin duda conviene leer el texto en primera persona, escucharlo con atención, disfrutarlo. Somos nosotros los primeros que tenemos que situarnos frente al loco caballero y dejarnos seducir por sus maneras. No sirve partir de las interpretaciones, porque creemos, como afirma Salvador de Madariaga, que el libro, leído con calma y sencillez, tiene la suficiente capacidad de seducir, ya que: «En don Quijote y Sancho, la mies de ideaciones, interpretaciones y símbolos que a su favor se va formando continuamente, solo se debe a la hondura de sus almas, a la riqueza del subsuelo humano en el que Cervantes halló sus simientes e hizo crecer y adentrarse sus raíces, y a ese ritmo sutil de la doble aventura que cautiva la imaginación y se impone al primer golpe de vista por su aparente sencillez antes de admirar y suspender el ánimo por su asombrosa complejidad».
Con esta obra, claro está, es fácil apasionarse. ¿Cómo no sonreír ante las disparatadas acciones e ideas de nuestro personaje, por ejemplo en aquel pasaje de imborrable memoria cuando el caballero encarga a Sancho llevarle una carta a Dulcinea mientras él imita, en plena sierra, las locuras de los amantes caballeros? ¿Y cómo no reír escuchando los innumerables diálogos entre amo y escudero, por ejemplo aquel en el que Sancho intenta imponer a su señor unas normas para corregirle en materia lingüística? Pero más allá del humor, el ánimo del lector queda suspendido en esa "asombrosa complejidad", que nos hace amar cada vez más a los personajes, entenderlos, alegrarnos con sus victorias y sufrir, la mayoría de las veces, con sus derrotas. Nos duelen, casi físicamente, las innumerables caídas y palizas que sufre don Quijote, como nos toca el orgullo el famoso manteo de Sancho en la venta. Del mismo modo, nos alegra ver al caballero del bosque cayendo a manos de don Quijote. No deja de irritarnos, a pesar de que nos divierta, la continua burla de los duques durante la estancia del caballero y el escudero en su castillo. Nos conmueven las declaraciones de amistad de los dos personajes y, más aún, la declaración del vencido y fiel don Quijote, frente al caballero de la Blanca Luna.
Así podríamos seguir indefinidamente, porque este libro es un tesoro de pasajes que se resisten a caer en el olvido.
El Cuaderno que ofrecemos, con el título Que el discreto se admire de la invención. Notas para la lectura del Quijote ha nacido de la lectura apasionada de algunos "desocupados lectores" que se han dejado interpelar por los personajes cervantinos, que han dialogado con ellos, se han puesto en su carne y han hecho suya la aventura de la caballería. Este Cuaderno quiere ser una sencilla invitación a la lectura de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Ahora bien, una lectura de mente cristiana, dejando una muestra de la belleza que cualquier lector atento y ávido puede encontrar entre las páginas de esta obra maestra de la literatura universal.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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