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Huellas N.5, Mayo 2018

LA HISTORIA

Profe, ¿puedo decir una cosa?

Una bici amarilla corre por la calle que lleva a las afueras, entre dos filas de viejos edificios blancos. El padre Andrea va con retraso y pedalea con fuerza para intentar llegar a su hora de clase en IV B. Lleva dos años dando clase de Religión en un instituto profesional. Casi siempre le asignan las últimas horas, de modo que los “exentos" puedan irse a casa, pero no se queja. Al entrar en clase, saca de su mochila unas fotocopias. «Santiago, lee el título y repártelas a tus compañeros». «La voz única del ideal. Profe, ¿pero qué es?». «Es la conversación de un sacerdote con un grupo de chavales de instituto que, como vosotros, debe afrontar el problema de qué hacer de mayores».
Lleva tiempo viendo que los chavales están alborotados. Dentro de unos días se irán al extranjero para una estancia de estudio. Y en un año, todos irán a trabajar. Sus pensamientos giran siempre en torno a dos cuestiones: ¿cuánto dinero ganaré?, ¿será muy duro el trabajo?...

Empezamos a leer juntos. «En cada uno de nosotros se libra una batalla entre “la voz única del ideal", que todos sentimos vibrar dentro de nosotros, y todas las circunstancias que tratan de apagar esta voz, de modo que no sabemos hacia dónde ir». La clase continúa, culmina la hora. «Guardad las fotocopias en vuestra mochila. Seguiremos leyendo a la vuelta de vuestra excursión», concluye el padre Andrea. Solo subraya una cosa: «El problema fundamental es encontrar el sentido de lo que hacemos. "¿Cuál es mi utilidad?". Esta es la pregunta con la que cada uno de nosotros se despierta por la mañana. Y la elección del trabajo tiene que ver con el deseo de que la vida sea bella».

Loreigne ha seguido toda la clase con la cabeza apoyada en el pupitre. Es filipina y nunca ha abierto la boca en clase. «Profe, ¿puedo decir una cosa?». El padre Andrea se sorprende, nadie pide la palabra con esa seriedad. «Di, Loreigne».
La chica se pone de pie y empieza a hablar. «Cuando te sientes una inútil porque te equivocas y no eres como te gustaría ser, o bien cuando estás triste porque tu vida no va como esperabas, cuando todo parece estar en contra tuya. Pues mientras sientes todas estas cosas, tú existes. Tú eres. Algo dentro de nosotros grita: "Eres algo más que todo esto"». Se vuelve a sentar, mientras los compañeros la miran atónitos. «Profe, ¿está de acuerdo?», pregunta. «Absolutamente. Suscribo cada una de tus palabras». En seguida, toca el timbre.

Por la noche, el padre Andrea cena con unos amigos y habla de Loreigne. Ha pensado en ello todo el día. Podía haber dado un paso más, haberle dicho algo. El amigo de enfrente le dice: «Lo más interesante es comprender qué ha pasado en el corazón de esa chica para que vibrara así. ¿Qué le pasó en esos minutos en clase? Lo que te permite hacer un camino juntos es que tú vivas también lo que le ha pasado a ella».

Un mes después, los chavales vuelven al instituto. «¡Bienvenidos!», dice sonriente el padre Andrea al entrar. «Entonces, ¿qué tal fue la excursión? Y tú, Loreigne, ¿recuerdas lo que dijiste en la última clase?». «Sí». Se levanta y lo repite tal cual. «Vale, entonces cuéntanos de ti...»

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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