Al terminar la lectura de estas trescientas páginas, se impone con fuerza la pregunta: ¿pero cómo es posible que no conociera esta increíble, maravillosa, conmovedora historia, por otro lado madurada en un espacio y tiempo en que la comunicación ya era bastante fluida y accesible, como es el Japón de la Segunda Guerra Mundial?
Réquiem por Nagasaki cuenta la vida de Takashi Nagai, un médico convertido al catolicismo por la lectura de Pascal y por el testimonio de la comunidad de Nagasaki, que supo vivir y leer la sobrecogedora tragedia de la bomba H, lanzada el 9 de agosto de 1945, como holocausto de los cristianos por el pueblo nipón.
Toda la vida de Nagai, desde la meditada y tormentosa conversión en adelante, asume la forma de una alegre ofrenda al Señor de los propios sufrimientos y fatigas, desde el servicio médico prodigado en la guerra chino japonesa a compañeros y enemigos, hasta su incansable servicio a la patria como ilustre radiólogo que expuso letalmente su propio cuerpo a los rayos X con tal de poder tratar a los enfermos.
Tras sobrevivir a la bomba atómica, Nagai tuvo que recoger los restos de su amadísima esposa Midori, pero nunca dejó de alabar a Dios por las innumerables gracias recibidas en su vida, y esparcir a su alrededor alegría y ánimo en un momento de catástrofe nacional y de decadencia corporal, aceptando conscientemente la herencia legada a Nagasaki por Massimiliano Kolbe, que fue misionero precisamente allí. Humanista, poeta, científico, buscador de lo absoluto, Nagai es una figura que destaca poderosamente en la historia contemporánea y de la Iglesia, que hace reflexionar sobre los designios y predilecciones inescrutables de Dios.
Otro mérito del texto es su vívida y constante conexión de la historia, cultura y mentalidad japonesas con la historia personal de Nagai, un hombre que supo aceptar con verdadera paciencia oriental y auténtica alegría cristiana cada una de las pruebas que le reservaba la vida, permaneciendo obstinadamente aferrado a la oración incluso en los momentos más oscuros (murió sosteniendo en sus manos la corona del rosario que le envió Pío XII) y dejando germinar en su corazón esa fe sembrada en Japón unos siglos antes por san Francisco Javier.
Réquiem por Nagasaki es un libro que instila un profundo sentido de gratitud hacia su protagonista, hacia su autor y hacia quien nos ha recomendado leerlo.
Paul Glynn
Réquiem por Nagasaki
Arcaduz Palabra
pp. 320 - € 20
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón