Ali, Abdoulaye, Jacopo, Nur... Historias de la exposición sobre una generación multiétnica. ¿Está viva la tradición o es algo del pasado?
«En la escuela yo era el único extranjero del colegio. Me llamaban “el paquistaní”. Yo me avergonzaba de mis orígenes, de mi tez oscura, de todo lo que me hacía “distinto” de mis compañeros de clase. Cuando iba a jugar al parque, mi madre me hablaba en urdu y yo le contestaba en italiano porque no quería sentirme distinto. En la universidad se produjo el cambio cuando empecé a trabajar como mediador cultural en mi comunidad, en Bolonia. He ido entendiendo que mis raíces son un precioso recurso, que lo que heredé de mi país de origen y de mi familia puede ser un tesoro que tengo que invertir. Por mis compatriotas, pero en primer lugar por mí». Ali siente la frase de Goethe elegida como título de este Meeting como un traje a medida. «He tardado 23 años de mi vida en entender que la identidad personal no es un bloque de piedra, es una realidad que muda con el tiempo porque se nutre de tu pasado y del presente, de todo lo que tienes a tus espaldas y de lo que encuentras por el camino de la vida. Cuando me reconcilié con mis orígenes, empecé a entender que la diversidad puede convertirse en recurso, generar talentos, contribuir al crecimiento de la sociedad en la que vives. Esta es la riqueza que nosotros, hijos de emigrantes, aportamos como dote al país que consideramos como nuestro».
Vida y ley. Hoy Ali tiene veintiocho años. Llegó de Pakistán cuando tenía cinco, y es uno de los protagonistas de la muestra “Nuevas generaciones. Los rostros jóvenes de la Italia multiétnica”, que en el Meeting de Rímini propondrá las experiencias de jóvenes nacidos de padres inmigrantes o que llegaron a Italia muy pequeños y han crecido en la que ha llegado a ser su tierra. Como Abdoulaye, el primer licenciado de origen africano inscrito en el Colegio de Abogados de Milán. Su padre, senegalés, vendía mecheros y otras mercancías para ganarse el cocido. Llegado a Italia con cinco años, tras cursar Derecho en la Universidad Católica de Milán eligió la carrera forense para resarcir las humillaciones padecidas por su padre y compensarle por todos los sacrificios que hizo por él. Jacobo vino desde China cuando tenía dos años. Eligió formar parte de los carabinieri porque, dice con orgullo, «quiero defender la seguridad de mi país, Italia». En cambio, Nur nació en Domodossola de padre egipcio y madre italiana. En 2001 recibió el bautismo, en 2012 se ordenó sacerdote y actualmente es coadjutor en una parroquia de Omegna.
El mundo de estas “nuevas generaciones” supera ya el millón de unidades. Son 815.000 los estudiantes de primaria y secundaria, el 9% de la población estudiantil proviene de 190 países, entre ellos 6 de cada 10 no son “inmigrantes” sino que han nacido en Italia, más de un tercio va a la escuela primaria. En estos años muchos han adquirido la nacionalidad italiana, otros esperan obtenerla gracias a la ley que estos días se discute en el Senado, que amplía los criterios para conceder la ciudadanía y que ha encendido un debate que –más allá de las instrumentalizaciones políticas de un bando y otro– ha obligado a interrogarse nuevamente acerca de qué significa sentirse italianos.
E italianos se sienten personalmente los que pertenecen a estas “nuevas generaciones”. Todos hacen cuentas con las tradiciones de sus tierras de origen y, al mismo tiempo, se miden con la cultura, los valores, los estilos de vida del que sienten como “su” país. Son como un puente entre mundos distintos, a menudo geográfica y culturalmente lejanos, pero que la historia ha acercado, abriendo un proceso de contaminación que conlleva desafíos, problemas y oportunidades.
«Lo que heredaste de tus padres vuelve a ganártelo para que sea tuyo». Los protagonistas de la muestra han aceptado medirse con el lema del Meeting y de esta confrontación han surgido preguntas que van al fondo de su aventura humana y, a la vez, que interpelan a la sociedad. ¿Qué es lo que permite a la tradición ser una realidad vital y no solo el recuerdo estéril del pasado? ¿Qué papel juegan la familia y los demás ámbitos educativos en la construcción de la identidad de estas personas? ¿De qué manera la escuela contribuye a ofrecer ocasiones de conocimiento y de interacción? ¿Qué lugar ocupan los ambientes en donde los jóvenes crecen y se encuentran, como el deporte, la música, las parroquias? ¿Qué encuentran en Occidente los hijos de los que han dejado sus países en busca de una vida mejor?
La muestra, de la que se proponen algunas primicias en Facebook (https://www.facebook.com/MostraNuoveGenerazioni/), será un espacio abierto que integra videos, historias, paneles y ocasiones de encuentro). En la semana del Meeting, en la zona específica dedicada a este tema, se podrá dialogar con algunos de los protagonistas para profundizar en los contenidos. Una ocasión muy útil para conocer de cerca los jóvenes rostros de la Italia multiétnica y para entender cómo está cambiando la sociedad en que vivimos.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón