Huellas N.6, Junio 2016

PuntBCN

Solo con la vida

Lluís Bou

En una época marcada por la dificultad de diálogo auténtico y por la incapacidad de implicarse en la construcción común, muchos anhelan un cambio. Pero las palabras no bastan. Tampoco las instituciones ni otro tipo de organizaciones. Sin embargo, este fin de semana en Barcelona…

Más de 90 voluntarios sirvieron y trabajaron gratuitamente, centenares de visitantes asistieron a mesas redondas, a una bellísima noche de cantos, a las presentaciones de la exposición De mi vida a la vuestra, y a muchos momentos llenos de esa intuición de estar participando de algo muy verdadero. La presentación del libro Luigi Giussani. Su vida ha sido el corazón de PuntBCN, dos jornadas promovidas por la comunidad catalana de CL como lugar de encuentro en medio de Barcelona, para hacer visible a don Giussani y la vida que ha nacido a través de él. La experiencia ha superado toda previsión y ha vuelto a suceder lo imposible.

Obediencia, no sumisión. En una glosa de excelente y delicado rigor intelectual, Antoni Puigverd, escritor y periodista de reconocido prestigio, desgranó los momentos esenciales de la vida de Giussani. Reflejó el shock que le produce a un hombre moderno escuchar a alguien que dice: «Yo he obedecido, yo he obedecido siempre». Porque la obediencia parece contraponerse a la gran palabra de la modernidad: la libertad. Lo más interesante –refería– ha sido descubrir en Giussani que la obediencia no tiene nada que ver con la sumisión. Él ha obedecido a la presencia del otro y de las cosas, porque son expresión de Dios. Por eso ha tenido una vida tan intensa.
Antoni Puigverd, que compartía la mesa con Alberto Savorana, el autor del libro, confesó que él sigue buscando. Y señaló como algo decisivo en Giussani concebir el cristianismo como un acontecimiento. Aludiendo al diálogo del Emperador con los discípulos en El Anticristo de Soloviev, Puigverd admitió que le impresiona cómo en Giussani el valor más querido del cristianismo no es la doctrina, ni la estructura, ni las obras o los discursos, sino Cristo como un hecho presente. En un diálogo auténtico, precioso, y de admiración mutua, Savorana replicaba a Puigverd que, si el cristianismo es un acontecimiento, no hay diferencia entre él y los creyentes: si el hecho más querido es Cristo presente, quien Lo ha encontrado no puede dejar de buscarlo.

De ponente a voluntario. «No me quiero ir. Me quedo en Barcelona para estar mañana con vosotros», dijo Jordi Casanovas, un joven cocinero que había sido invitado a participar en la mesa redonda sobre empresa. Después de su ponencia tenía previsto volver a su trabajo en Puigcerdá, donde era previsible tener una buena clientela en mitad de un puente de primavera. Pero este emprendedor, que apenas conoce la experiencia cristiana, pasó de ser ponente a voluntario. Insistía: «Todo es muy extraño, me siento muy bien con vosotros. Como si nos conociéramos desde siempre». El encuentro fortuito con unos clientes pocos meses antes le ha llevado hasta PuntBCN, donde también se le han abierto oportunidades laborales imprevistas, como encontrarse con los promotores de experiencias semejantes a la suya, que en Cataluña y en Madrid ofrecen formación y trabajo en el ámbito de la restauración a jóvenes en situación de exclusión.
Mercè Canet, trabajadora social del Instituto Catalán de Salud, presentó su ponencia en la mesa redonda sobre exclusión social. Constataba con sorpresa un hecho que no esperaba: «¡Cuánta atención en esta sala!». También ella atendía a la belleza del canto con el que se iniciaba el acto, al video entrevista que se había hecho al padre Giuseppe Vitrano, sacerdote de la Missione Speranza e Carità de Palermo, y a las palabras de Jesús de Alba, fundador de la obra de asistencia a los drogodependientes Bocatas: «Es en las periferias donde desaparece el manto de ideología que cubre el modo con el que nos relacionamos con las cosas y emerge auténticamente la realidad».

De su vida a la nuestra. La noche del viernes los cantos populares nos hicieron participar en una experiencia profundamente humana que llegaba desde Portugal, Rusia, Brasil, Japón, EEUU, Perú, los Alpes y la Costa Brava catalana. Betta, directora del coro de CL en Barcelona, comentaba: «¡No sabría por dónde empezar a contarte! Ha sido la noche de cantos más bonita de mi vida. Antes de empezar nos decíamos que ya lo teníamos todo con lo que habíamos vivido preparándola. Estar dominados por esta plenitud es lo que nos ha puesto a cantar sin la menor preocupación. Que tanta gente distinta se involucrara ha sido un espectáculo: más de 40 personas. Y con nosotros, las casi 300 personas que han asistido: amigos, familiares, alumnos, colegas… y ¡nadie se ha quedado fuera!».
Los padres de una voluntaria expresaban que en estos días, especialmente a través de la presentación del libro, han visto de dónde nace el movimiento, que les ha encantado conocer el origen del carisma y de todo lo que llevan años viendo. «Si esto se repite contad conmigo, ha sido un regalo», comenta Andrea, una joven profesora que ha participado en la presentación de la exposición De mi vida a la vuestra. La modalidad ha sido muy atrevida: vídeos, lectura de obras literarias, entrevistas a quienes están en el origen de la comunidad de CL en Cataluña y a los padres de Marcos Pou. De la vida de don Giussani a la nuestra. Aquí, en Cataluña. Cuenta la encargada de la exposición: «Lo mejor ha sido que la presencia de cada uno de los voluntarios ha ayudado a que saliera como ha salido: viva. En particular Pablo, amigo de uno de nosotros y ahora de todos, que no sabía nada de CL ni de la Iglesia, y que con sus preguntas nos ha ayudado a que no diéramos nada por supuesto. Yo personalmente he vivido el lema: “No se puede revolucionar nada con palabras. Solo con la vida”. Y estoy profundamente herida por la Belleza vivida».


TESTIMONIO

UNA DIVERSIDAD HUMANA QUE DESPIERTA TODA NUESTRA SIMPATÍA

Jorge Martínez

PuntBCN ha sido un lugar donde he percibido la vida como algo grande. He visto a mi padre llorar a mares. He visto afecto a raudales que se vertía incluso en las cajas registradoras. He visto una paciencia inusual ante lo inesperado. He visto a mucha gente agradecida por la vida de Giussani y por la historia que ha generado también en Barcelona. He visto cómo caían las ideologías y los prejuicios por un encuentro. He escuchado cantos preciosos en todas las lenguas. He escuchado una glosa fantástica de la biografía del cura de Desio hecha por Antoni Puigverd. He escuchado que trabajar es algo necesario para el hombre. He escuchado que las periferias existenciales son lugares donde no llega la ideología y donde la realidad se muestra como lo que es, una amiga. Pero, sobre todo, he sentido de nuevo esta diversidad humana con la que Cristo, una y otra vez, despierta toda nuestra simpatía.