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Huellas N.5, Mayo 2008

CULTURA - Hacia el Meeting 2008

Y mientras tanto La extranjera entra en escena en Fabriano

Paolo Perego

Primera etapa del espectáculo que abrirá el Meeting, basado en la obra de T.S. Eliot: el 24 de mayo. Con la Iglesia como protagonista

Ya el título es bastante fuerte, con esa disyuntiva sin fisuras: «O protagonistas o nada». Pero en el Meeting de Rimini han decidido subrayarlo todavía más al proponer La Extranjera, el espectáculo inaugural basado en Los Coros de «La Piedra», de Thomas Stearns Eliot. «Lo hemos elegido precisamente a partir del título del Meeting», nos indica Otello Cenci, responsable de espectáculos. «Eliot propone la misma alternativa: en los Coros emerge el valor que la Iglesia tiene para el hombre, para la sociedad… Se pone de manifiesto la necesidad un camino para que el hombre descubra quién es, para que adquiera un rostro, precisamente para que se convierta en protagonista». De extremada actualidad, continúa Cenci: «Eliot denuncia al hombre “vacío” que busca falsos ideales, pero que todavía puede, aunque no sin dificultad, encontrar la esperanza en la Iglesia, la “Piedra”, la Extranjera: “No existe vida al margen de una comunidad, y no existe comunidad si no se vive alabando a Dios”, escribe el poeta». La Extranjera avanza en una sociedad que grita «tenemos demasiadas iglesias y muy pocas tabernas», donde, como comenta don Giussani en Mis lecturas parafraseando Los Coros de Eliot, «Quieren destruir la casa de los cristianos porque no corresponden a sus ideales laicistas. No tienen justificación (…) Los que gritan contra los cristianos no están justificados, pero tampoco los cristianos que allí están tirados como lagartijas sin hacer nada, porque han olvidado el valor de su casa».
Los Coros formaban parte de una obra más amplia, La Piedra. En 1930, en Londres, el obispo Bell recaudaba fondos para la construcción de 45 iglesias en el área de New London, los nuevos suburbios de la ciudad. Pensó en un espectáculo teatral, encargo que puso en manos del actor Martin Browne, quien tras haber esbozado un primer guión, se lo entregó a Eliot pidiéndole que escribiera los diálogos y los versos de los coros. Se puso en escena por primera vez el 28 de mayo de 1934 con la participación de 300 actores y figurantes, muchos de ellos reclutados en las diferentes parroquias de Londres, y 40 músicos. La Piedra se representó hasta el 9 de junio de aquel año. Los críticos quedaron impresionados por la participación activa de los espectadores: «el público cantaba con los actores mostrando una particular sintonía que sólo se da cuando se comparte una propuesta…», subraya Cenci. Lo que más llama la atención es que para Eliot no sólo es necesario edificar la Iglesia con ladrillos, sino reconstruir un pueblo, el hombre. Y esta es una provocación que hoy se ha vuelto muy fuerte. En el Meeting queremos presentar un espectáculo que muestre simultáneamente el recorrido del autor y su historia y, por otra parte, la historia de un pueblo que construye su iglesia, es decir, la historia de los Coros, en la que se engloban ambas. Tres aspectos imprescindibles en una obra como esta».
Lo cierto es que no parece una empresa sencilla: «Sí, el montaje es algo atípico respecto a las anteriores propuestas del Meeting. En primer lugar, antes del espectáculo organizaremos lecturas en diferentes lugares interpretadas por grandes actores. Por ejemplo, el 24 de mayo, en Fabriano, con Alessandro Preziosi. Estas lecturas se hacen con un doble propósito: promocionar el Meeting y el acto, y a la vez irlo “creando”, puesto que las grabaciones de estas lecturas formarán parte del espectáculo de Rímini, en el curso del cual se reproducirán, intercalándolas con cuadros recitados en vivo. También la música será en vivo. Gran parte del montaje corresponderá a los técnicos, con una escenografía a base de cuadros y proyecciones sobre el fondo de la escena».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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