Va al contenido

Huellas N.5, Mayo 2015

PRIMER PLANO

Sin cristianos Iraq no existe

Giorgio Paolucci

Escritor musulmán, YOUNIS TAWFIK explica por qué este éxodo es un «golpe mortal» para la identidad de todo Oriente Medio

«Nací a la sombra de un campanario. Extraño para un musulmán, ¿verdad? Pero yo no lo elegí, tampoco mis padres; ellos también nacieron en ese viejo barrio en el corazón de Mosul, la antigua Nínive». Younis Tawfik, intelectual de origen iraquí, llegó a Italia en 1979 huyendo del régimen de Sadam Husein, después de haber pasado su juventud en la “capital” del norte del país. El campanario al que se refiere es el de la iglesia latina construida en 1873 por los dominicos. Era el barrio más multiconfesional de la ciudad, el corazón de los comercios. En el café de la plaza se reunían jóvenes y ancianos, estudiantes, intelectuales y artistas, gente que en su mayoría llevaba el nombre de los profetas citados en la Biblia o en el Corán. «Vivíamos juntos, estudiábamos juntos, todos éramos hijos de una única nación, todos iraquíes. Hoy, al ver los estragos que se están produciendo allí, lloro pensando que están aniquilando el alma de mi país. En nombre de una concepción enfermiza del islam, los yihadistas han destruido iglesias, conventos, mezquitas, museos. Me dan escalofríos al pensar que la iglesia de los dominicos, después de haber sufrido atentados y devastaciones, se ha convertido en la sede del tribunal islámico instituido por el Isis, donde en nombre de la sharía le cortan las manos a los ladrones. La civilización está muriendo en el valle de Nínive, el valle de las civilizaciones».

Banderas negras. Tawfik es escritor y poeta, se dedica sobre todo a la divulgación de la literatura árabe. Ha publicado numerosos libros y ha sido miembro de la Comisión islámica constituida en Italia en 2005 por el entonces ministro Giuseppe Pisanu. Vive en Turín, donde ha fundado el centro cultural italo-árabe Dar al Hikma. Su vocación literaria empezó a tomar forma cuando estudiaba en el “Liceo al-Sharqiyya”, construido en 1905, cuando Iraq todavía estaba bajo el dominio otomano. Ya entonces escribía poesías y relatos breves, publicados en periódicos y revistas nacionales. En los años setenta el partido Baath Árabe Socialista, que gobernaba el país, inculcó en la sociedad una impronta laica que salvaguardaba la pluralidad religiosa. La enseñanza era gratuita en todas las etapas académicas, el analfabetismo se combatía a todos los niveles, exigiendo la educación obligatoria también para los adultos. «Era divertido para un chaval como yo ver a mi madre, con los libros bajo el brazo, ir a clase para cursar el último año de primaria que de pequeña no había podido completar».
En los años del liceo brotó su amor por Dante gracias a un profesor cristiano, Adib, que había nacido en su mismo barrio y que le transmitió su pasión por la Divina Comedia. Él le presentó al padre Joseph Habbi, un franciscano que había estudiado en las universidades Urbaniana y Lateranense de Roma, y que fue luego miembro de la Academia científica iraquí, un gran estudioso del poeta florentino. La pasión por Dante y el clima sofocante que se creó bajo el puño de hierro de Sadam Husein llevaron al joven a emigrar. Se zambulló en el estudio del italiano y por fin logró saborear los versos de la Comedia en la lengua original.
Tawfik nunca ha cortado el cordón umbilical que le une a su tierra. El verano pasado, cuando las banderas negras del Isis entraron en Mosul y 5.000 familias cristianas tuvieron que abandonar sus casas, su corazón se llenó de amargura. «Les obligaban a elegir entre convertirse al islam, pagar la jizia (el impuesto de sumisión) o abandonar todos sus bienes. Hubo un éxodo masivo, ahora se refugian en el Kurdistán junto a muchos otros iraquíes víctimas de esa barbarie. Pero los cristianos de Mosul tienen más derecho que nosotros, musulmanes, a estar en esas tierras, en las que habitaban antes de la conquista islámica, y nosotros tenemos el deber de hacer que vuelvan. Es como si hubieran echado a los anfitriones de su casa. ¿Pero qué es Oriente Medio sin los cristianos? Es una pura contradicción. La pérdida de la alteridad sería un golpe mortal a nuestra identidad iraquí, que ha crecido a la sombra del gran árbol de la convivencia».

Fe y razón. ¿Será posible evitar que este árbol sea abatido? Tawfik está convencido de que la razón terminará prevaleciendo sobre el fanatismo, y recuerda un encuentro que marcó su vida. El 12 de septiembre de 2006, en su discurso en la universidad de Ratisbona, Benedicto XVI señaló la distorsión de la relación entre fe y razón como la causa de muchos problemas a los que el mundo islámico sigue enfrentándose: «No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios». Pocos días después, Tawfik fue recibido por el Papa en Castelgandolfo junto a otros miembros de la Comisión islámica en Italia. «Al término del encuentro di un paso adelante para estrecharle la mano y le dije: “Gracias por habernos recordado a Averroes y su valiente lucha por reconciliar la fe y la razón”. Él me miró fijamente a los ojos y con una sonrisa me dijo: “¡Pues dígaselo a los suyos!”. Necesitamos gente que nos recuerde esto, si queremos que Iraq y Oriente Medio no traicionen su vocación. Pido a Dios que Nínive vuelva a ser el valle de la convivencia».


PALABRAS E IMÁGENES

Por qué no abandonan el cristianismo

El testimonio de los cristianos coptos de Egipto y las voces de los refugiados que han huido de Siria Iraq

Hania es una de las jóvenes que se han quedado viudas por un ataque contra los coptos en 2011. Viste de negro, se cubre la cabeza con un pañuelo que le deja al descubierto las orejas y el cuello ancho. Tiene 28 años, los ojos de color miel, la nariz ancha y aplastada. Cuando sonríe se ven dos paletas separadas que le dan aspecto juvenil.

—Mis hijos se llaman Adán y Ostina. Mi marido se llamaba Malak. Murió en los incidentes que se produjeron entre el barrio de Saida Aisha y nuestra zona. Una bala le atravesó el corazón. Atacaron a mucha gente y había muchas víctimas. Él estaba ayudando a llevarlas al hospital y fue entonces cuando le dispararon. Murieron nueve amigos suyos más. Mi marido no estaba en la primera manifestación, se sumó porque algunos musulmanes habían entrado en casa de los cristianos y les estaban pegando. Llegó mucha gente que no conocíamos y también había soldados.

—Tienes una vida muy difícil. ¿Por qué no abandonas el cristianismo?

—No pienso hacerlo. No dejaré de ser cristiana porque Cristo se sacrificó por nosotros. ¿Por qué no vamos a sacrificarnos por él?

Hania se sonroja. Se marcha andando con coquetería. No ha quedado resto de tristeza en sus gestos y en sus maneras. Mientras la veo alejarse me pregunto qué, quién, hace posible algo así.

WALKING NEXT TO THE WALL
(CAMINANDO JUNTO A LA PARED)
Una película sobre los coptos egipcios (DVD)
Para más información: walkingnexttothewall@gmail.com

Nasarah
Un testimonio de los que han tenido que huir de Siria y de Iraq (DVD)

Coptos
Viaje al encuentro de los mártires de Egipto
Ed. Encuentro, Madrid 2015
pp. 200 – 15,00 €

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página