Huellas N.6, Junio 2008

IGLESIA - El Año Paulino

Schlier y la «nueva criatura»

José Miguel García

Un clásico para entender la teología paulina

La revista 30Días acaba de traducir una obra del exegeta H. Schlier escrita en 1968, lleva por título Sobre la resurrección de Jesucristo. Este estudioso alemán, alumno de R. Bultmann, K. Barth y M. Heidegger, fue pastor luterano en Turingia y profesor de Nuevo Testamento en las universidades de Jena, Marburgo y Bonn. En esta universidad se hizo amigo de J. Ratzinger. Lo que les unió fue la comprensión realista del cristianismo: la fe se fundamenta en los acontecimientos reales testimoniados en los evangelios, no en las reflexiones de los apóstoles surgidas de su concepción judía. A la edad de 53 años se adhirió a la Iglesia católica, lo que supuso su marginación de la docencia en la facultad evangélica y un rechazo a ser acogido en la facultad católica a causa de la sospecha de parte de su claustro. De hecho, después de su adhesión al catolicismo, la única docencia que se le permite es Literatura Cristiana Antigua en la Facultad de Filosofía. Murió en el 26 de diciembre de 1978.
La obra publicada por 30Días tiene un prólogo del cardenal Ratzinger que, además de presentar brevemente al autor, subraya la importancia del tema y la seriedad con que Schlier lo afronta. «El exegeta –afirma J. Ratzinger en él– puede compartir la opinión (que se ha convertido en visión del mundo en historiografía) de la homogeneidad de toda la historia, según la cual puede haber sucedido realmente sólo lo que puede suceder siempre. Pero entonces se ve obligado a negar la Resurrección como acontecimiento y debe tratar de aclarar qué es lo que hay detrás, cómo pueden nacer ideas de este tipo. O también puede dejarse arrollar por la evidencia de un fenómeno que interrumpe la serie concatenada de los acontecimientos para luego tratar de comprender qué significa. El pequeño libro de Schlier al fin y al cabo muestra simplemente esto: que los discípulos se dejaron conquistar por un fenómeno que se les manifestaba, por una realidad inesperada, inicialmente incomprensible, y que la fe en la Resurrección nace de esa conquista, es decir, de un acontecimiento que anticipaba su pensamiento y voluntad, es más, que los cambiaba».
La pequeña obra consta de tres capítulos y una introducción. En el primero de ellos, Schlier muestra cómo los autores de los documentos cristianos primitivos hablan de la Resurrección de Jesús en cuanto acontecimiento, suceso histórico concreto, que Dios ha realizado en la persona de Jesús de Nazaret. El segundo explica que la Resurrección de Jesús se atestigua en la historia principalmente en las apariciones del resucitado. Los apóstoles no ven a Jesús y luego interpretan la visión, «sino que se trata de una percepción inmediata de Jesucristo que se deja percibir como resucitado y exaltado». El último capítulo despliega de forma profunda y plástica el significado de este acontecimiento para el hombre. Ciertamente es una obra de obligada lectura para todo aquel que quiera profundizar en el fundamento de nuestra fe.