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Huellas N.6, Junio 2008

CULTURA - Hacia el Meeting

Oldarra, la voz de un pueblo que se convierte en coro

Entre las veladas del Meeting, una estará delicada a los cantos vascos. Expresión de una tradición llena de fuerza que exalta la riqueza humana

La tradición vasca resonará con toda su fuerza en la gran arena del Meeting. Una tradición de un pueblo que vive del trabajo, de la fiesta, de la oración, del asombro ante la belleza de la naturaleza y del amor a la propia tierra. Será el grupo Oldarra, cuyo nombre en vasco significa “ímpetu, empuje”, el que ofrezca el 26 de agosto un concierto con los cantos publicados en el CD Cantos vascos de la colección “Spirto Gentil”.
Coro fundado en Biarritz en 1936, dirigido por Iñaki Uritzberea desde 1972, Oldarra no solo ha consolidado su fuerza expresiva, sino que se ha impuesto por la calidad y originalidad de su trabajo como un conjunto vocal de primera línea. En los países vascos Oldarra es un punto de referencia, pero su fama ha traspasado desde hace tiempo los confines de Euskadi, y el coro actúa a menudo en Francia y en otros países europeos y extraeuropeos. La vocación de este conjunto es la recuperación, la valoración y la salvaguardia de la tradición oral y vocal de la cultura vasca.
Un patrimonio que está vivo aún, con músicas que conmueven porque narran experiencias y sentimientos que llenan la vida de todo hombre. Como el canto Adiós, ene maite, en el que una joven responde al canto solitario y tembloroso del enamorado, asegurándole el amor que siente por él: «¿Creéis que no siento amor por vos? Si vos queréis no seré de ningún otro». O bien la melancolía que atraviesa los cantos que hablan del mar, fuente principal de vida y de trabajo, pero también de peligros y de largas ausencias de casa, como en el canto Boga Boga. El mar es, sin embargo, también fuente del asombro ante la belleza de lo creado, como en Ara nun diran: «He aquí nuestras amadas montañas, nuestras llanuras, los blancos caseríos, nuestras playas y nuestros ríos. Estoy aquí para admirar todo esto con los ojos abiertos. No existe en el mundo un lugar tan bello como este».
Una belleza que expresa casi de forma natural una religiosidad, una oración, como en Agur María o Agur jaunak, en donde, en pocas palabras, se expresa una poderosa fraternidad fundada en el origen común: «Saludos, señores, vosotros y nosotros somos
todos criaturas de Dios». La naturaleza del hombre es la raíz de todos estos cantos. Y esta raíz es la que hace del hombre protagonista de su propia vida.
Como escribe Luigi Giussani en el comentario recogido en el CD: «El canto vasco es la exaltación convincente de una riqueza humana, de una humanidad religiosamente afirmada de forma cada vez más evidente e inexorable. Lo que une a estos cantos con los de otros pueblos lejanos es su verdad humana».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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