Siglo VII. Algunos monjes sirios se establecen en Chang An, en la ruta de la seda. Es la primera comunidad cristiana de China con presencia documentada. Juzgados “escandalosos” por su forma de vivir (por ejemplo, sin esclavos), fueron expulsados del imperio en el 845.
Siglo XIII. Por invitación del Papa y del Rey de Francia, llegan pequeños grupos de franciscanos y dominicos, que son bien acogidos por la dinastía reinante, la Yuan. En 1368 la nueva dinastía, la Ming, desencadena la persecución contra los cristianos.
1583. Tras las huellas de san Francisco Javier, muerto pocos años antes en su misión en Asia oriental, el misionero jesuita Mateo Ricci llega a China continental, realizando así el gran sueño del santo de Javier. El año siguiente Ricci imprime el Catecismo, el primer libro que los europeos hicieron en China. El método del jesuita consistía en profundizar en el conocimiento de la cultura china, en particular del confucionismo, para establecer un puente por el que pudiera transitar el contenido de la verdadera fe. Respetado por su sabiduría, en China se considera a Ricci como maestro de las Ciencias Matemáticas y de la Astronomía, tradujo al chino algunos textos fundamentales, como los seis primeros libros de Euclides. Murió el 11 de mayo de 1609: los cristianos de China eran dos mil quinientos. Está enterrado en un edificio que alberga hoy una escuela para funcionarios del Partido Comunista en Pekín.
Siglo XVIII. La presencia cristiana en Pekin cuenta con cerca de 100.000 almas. Comienza un periodo de declive para la vida de la comunidad, que culmina en 1773 con la supresión de la Compañía de Jesús desde Roma, confiándose sus misiones a los Dominicos.
Siglo XIX. Como consecuencia de su derrota frente a los occidentales en la Guerra del Opio, China se ve obligada a permitir la evangelización. Algunas órdenes de religiosas fundan escuelas femeninas, orfanatos y hospitales. Nacen también las primeras universidades católicas.
Siglo XX. A comienzos del siglo veinte la revuelta xenófoba de los Boxers hace estragos entre los católicos (se habla de treinta mil muertos).
1949. Nacimiento de la República Popular China; en 1951 el Nuncio Apostólico es expulsado, con la complicidad del Arzobispo de Nankín (excomulgado en 1955), que auspiciaba una Iglesia independiente de Roma. En 1957 nace la Asociación Patriótica Católica China, controlada directamente por el Partido. La Iglesia Católica Romana entra en la clandestinidad.
2000. El 1 de octubre, Juan Pablo II canoniza a un grupo de 120 hombres y mujeres que sufrieron el martirio en diversas localidades de Tonkin (Vietnam) y China. Entre ellos un grupo de religioso y laicos masacrados por los Boxers en 1900.
2007. El 27 de mayo Benedicto XVI escribe una carta a los católicos chinos: «No puede buscarse la solución de los problemas existentes a través de un conflicto permanente con las Autoridades civiles legítimas; al mismo tiempo, sin embargo, no es aceptable una docilidad a las mismas cuando interfieran indebidamente en materias que conciernen a la fe y la disciplina de la Iglesia. Las Autoridades civiles son muy conscientes de que la Iglesia, en su enseñanza, invita a los fieles a ser buenos ciudadanos, colaboradores respetuosos y activos del bien común en su país, pero también está claro que ella pide al Estado que garantice a los mismos ciudadanos católicos el pleno ejercicio de su fe, en el respeto de una auténtica libertad religiosa».
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