26 de junio. 360 personas sentadas y otras de pie en el Salón Principal del Hotel Fortín Plaza de Oaxaca asisten a la presentación del libro de Luigi Giussani ¿Se puede vivir así?, a cargo del Dr. Rodrigo Del Val, Rector de la Universidad Anáhuac, y del Lic. Juan Pedro Aquila, que abordan con enfoques diferentes un libro que se dirige a todos
Al comienzo, la iniciativa de unos cuantos. Luego, la colaboración de muchos en diferentes tareas previas. Algunos dieron rienda suelta a su creatividad: Rocco se puso a hacer lasaña y no se daba abasto para tantos pedidos; Queta, Leslie y Rossana organizaron un curso literario sobre Mis lecturas; Manuela y Beti pusieron un bazar de ropa usada. Hubo una rifa de última hora. Tere pidió a su oficina que colaborara gratuitamente con la publicidad. El dueño del hotel donde se celebraría el acto, tras explicarle de qué se trataba y quiénes éramos, sencillamente nos ofreció un buen descuento, la pantalla más grande y un cañón para que “puedan ver bien”. Ante el éxito del evento resulta patente que el corazón del hombre necesita a Cristo. Y puesto que el Rector se hizo cargo de la presentación, Rocco organiza ahora un seminario en la Universidad Anáhuac sobre el libro de don Giussani con un grupo de diez estudiantes. Algunos de los asistentes han empezado a participar en la Escuela de comunidad. Nuestra experiencia es generalmente estimada y vista con simpatía. ¡Es la respuesta de Oaxaca!
René
Salón lleno, edecanes para todos los gustos, stand de libros donde se vendieron de golpe 45, cafecito de cortesía, pantalla gigante, separadores como souvenir con la información de las Escuelas de comunidad en el reverso, y hasta la TV del 9 y Azteca. Al final muchas personas dejaron sus datos para mantener contacto, caras nuevas y otras tantas de algunos amigos que desean regresar. La presentación inició con un video sobre la vida de don Gius y qué es CL hoy. Después la intervención de Rodrigo del Val, Rector de la Universidad Anáhuac, una brillante exposición, clara y amena, enriquecida con ejemplos de su experiencia personal. Luego Juan Pedro abundó sobre la personalidad de don Giussani, en particular, su pasión por el destino de los jóvenes. El público siempre muy atento. Al final, Rocco hizo una selección de preguntas que recibieron respuestas muy concretas. La gente permaneció un buen rato en el lugar abordando a los ponentes y a los organizadores, con comentarios y preguntas sobre el libro y el evento.
Muchos amigos se implicaron con decisión y alegría, expresando un afecto y gratitud evidentes por la historia que nos ha alcanzado, por encima de cualquier otra preocupación. El espectáculo más grande fue el mirar a estas personas. Todo un acontecimiento. También asistieron al acto algunos amigos de Puerto Rico y unos jóvenes estadounidense que están trabajando en Dijo.
Dora Luz
«Si el corazón está lleno no se puede callar», dice un canto de Semprini, y mi corazón no se calla. Una tarde de jueves, preparativos últimos, detalles en el gran salón de un hotel de cinco estrellas, falta aún hora y media para empezar según el horario convenido en invitaciones, carteles, volantes, y empiezan a llegar personas preguntando si pueden esperar ya que «salí del trabajo y no me da tiempo de ir y regresar», o «me confundí de la hora, vi en un cartel su invitación, ¿puedo esperar aquí?». El deseo de dar a conocer nuestra experiencia nos animó desde los primeros encuentros: René hizo el diseño, nos hicieron entrevistas en radio, publicamos artículos en algunos periódicos que nos dieron un espacio semanal, creando expectativa: «Qué significa ¿Se puede vivir así?». Hoy más que nunca, después de comprobar que «todos somos pobres y necesitados de Cristo», puedo decir en voz alta a diferentes sectores políticos y sociales frente a la situación que vivimos en la ciudad: «Sin Cristo no se puede construir, son vanos los intentos que hagamos por más que se tengan buenas intenciones».
Vicky
«Cuando vi tantas personas, me dije: “Tanta gente. Quiere decir que algo les falta”»
Manuela
Cuando empezamos a organizar la iniciativa, me ofrecí para recaudar fondos. ¿Cómo podíamos recolectar fondos en poco tiempo? Se me ocurrió poner un bazar de ropa usada, sin nunca haberlo hecho antes. Beti Kay se ofreció en ayudarme. Pedimos a nuestros amigos que nos dieran ropa para vender y su tiempo para el día de la venta. Gaby nos dejó la escuela “Alecrim Primaria”, el director estuvo casi todo el día del bazar trabajando con nosotras. Muchas personas nos hicieron llegar la ropa limpia y en uso, otras más estuvieron presentes el sábado, día del bazar. Fue increíble ya que, no obstante la marcha de los maestros que hubo en la misma calle, la venta fue exitosa.
La gloria humana de Cristo brilló en la noche de la presentación del libro, fue como una noche de estrellas. Lo que mis ojos vieron fue una vida de comunidad de gente adulta que han encontrado el sentido de sus vidas y lo dicen a su querida Oaxaca, una ciudad tan contradictoria y conflictiva.
Lupita
Mientras pegaba uno de los posters a la entrada del campo de la Universidad, observaba sorprendida que las personas se paraban a leerlo. Me preguntaba por qué la gente se detenía: probablemente le llamaba la atención su belleza y, luego, su mensaje.
Tere
Me llena de admiración el deseo de compartir y dar a conocer algo tan bello, cuando lo mas cómodo seria vivirlo en nuestra comunidad únicamente y que la vida siguiera. No tuve reparo en comprometerme en la búsqueda de publicidad para dar a conocer el libro de don Giussani porque estaba con mis “nuevos” amigos de Escuela de comunidad. Me encantaría poder dar continuidad a esta experiencia vivida.
Arturo
En algún momento tuve que “purificar” mi intención al participar. Me veía tentado de sucumbir a un cierto activismo. Me acordaba algo de los tiempos en los que lo que movía mi vida era el activismo político. Tuve que corregir en el camino. La experiencia de hablar en radio y decir por qué lo hacía fue una novedad total para mí.
Cecilia
Fui a la primera junta que se hizo para preparar la presentación del libro. Siempre me impacta ver cómo son eficientes, creativos y listos mis compañeros de camino. A mí me amedrenta sólo el pensar que me manden hablar por la radio, o a pedir dinero, etc., pero siempre ha habido cabida para las incapaces para esas cosas, como yo, y di mi disponibilidad para estar en la mesa de la venta de los libros. Mi tarea era muy fácil, me involucré en invitar personalmente a mis amigos, a mis pacientes, a mis conocidos. Un día antes de la presentación caí enferma y no pude asistir. Me puse a rezar el Rosario sabiendo que ya todos estaban ahí y que mi trabajo era ese: sostener con oración el gesto. Supe que había terminado porque me llamó una paciente mía: «No te vi; quiero que sepas que ayer me diagnosticaron un tumor en la cabeza. Esta mañana estaba angustiada, preocupada, desesperada, pero pensé que tenía que ir a la presentación de ese libro. Te lo agradezco, porque salí en paz después de escuchar lo que se dijo. Estoy dispuesta a operarme». Supe que el Señor nos había sorprendido una vez más a todos.
Beti
Manuela me invitó a poner un bazar de ropa usada para obtener fondos. Descubrí que todo lo que hacía era, antes que nada, un bien para mí. Al entregar las invitaciones o pegar carteles surgía una verdadera alegría, tanto que muchos me preguntaban si aquel con el que me quedaba hablando era un familiar mío, si lo conocía.
Sara
Di mi disponibilidad a formar parte del grupo de edecanes. Nuestra coordinadora Beti me designó un lugar en donde parecía al inicio que no pasaba nada. Sin embargo, yo estaba ahí para servir a Otro. Pude observar todo lo que acontecía en el salón, cómo se iba llenando poco a poco este espacio que al inicio lo vi tan grande, hasta tener que ceder mi silla y seguir acomodando a las personas de adelante para atrás; todo tiene un sentido, un cuidado, nada está hecho al azar.
Florecita
Lo más impresionante fue la convocatoria que tuvo la presentación del libro. Así como mi participación, que de ser algo involuntario, me volvió protagonista y testigo de lo que sucedía. Aunado a que Beti me hizo participar como edecán. Ver llegar a la gente y darles la bienvenida supuso caer en la cuenta de que esto ayudaba a mi persona y me educaba a mirar las cosas con otra perspectiva.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón