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Huellas N.5, Mayo 2013

BREVES

Lectura

a cargo de Elena Alonso Serrano

LIBRO RECOMENDADO

Václav Havel
El poder de los sin poder
Encuentro, Madrid 1990
(Disponible sólo en ebook)
pp. 136 – 9,49 €

¿En qué consiste la actualidad de este escrito de 1978, que jugó un rol decisivo en la cultura de los disidentes del régimen soviético? Una primera respuesta viene del mismo Havel, cuando advierte que «el peor error que Europa occidental pueda cometer es no comprender lo que realmente son los sistemas totalitarios, es decir, un espejo convexo donde se refleja toda la civilización moderna y una llamada apremiante – quizás la última – a una revisión radical del modo en que esta civilización de concibe a sí misma». Repensar hoy el totalitarismo, o mejor dicho el post-totalitarismo, como lo define Havel, representa un estímulo para reflexionar sobre la modernidad occidental, y en particular sobre el Estado moderno y sobre el poder político moderno.

Uno de los temas más fascinantes que atraviesan los textos recogidos en este libro es el de la relación entre el «yo» y el poder. Havel atribuye al «yo» un gran importancia, también en el plano político. Hace de él el gozne y el protagonista de la vida publica, en un doble sentido: por un lado, subraya la responsabilidad individual en cuanto al funcionamiento del sistema post-totalitario y, por otro, convoca la conciencia individual como factor decisivo para el cambio. Referente a lo primero, no faltan algunas severas consideraciones acerca del hecho de que todos somos cómplices de la situación política, permitiendo, con nuestra de-moralización, la consolidación del sistema.

Por otra parte, Havel reconoce a este «yo» una reserva de recursos existenciales, que ningún poder podrá jamás extirpar definitivamente. Cuando estos recursos existenciales y morales del «yo» se avivan, liberan un potencial de cambio, cuyos resultados son imprevisibles en el plano social porque «todos los que viven en la mentira pueden ser fulgurados en cualquier momento por la fuerza de la verdad».
Toda la civilización occidental nos ofrece ejemplos e imágenes de hombres que han sabido escuchar a la verdad que urge en el fondo de la conciencia individual, convirtiéndose en factores de transformación social y política. Junto a héroes históricos o literarios, Havel nos propone un testigo de la verdad, sencillo y accesible: su hortelano podría ser cualquiera de nosotros, cuando nuestra conciencia – nuestro corazón – se vuelve a despertar en todas sus exigencias de verdad, belleza y justicia.

A partir de aquí, dice Havel, de un hortelano o de «un simple electricista, pero que tiene su corazón en su justo lugar», se origina una «política anti-política»: una acción que permite la reconstrucción de la polis y por tanto de la política. Una política, sin embargo, privada de ese trato típico de la modernidad, que tiende a eludir al sujeto. Por tanto, una política del hombre y para el hombre.

«Un cambio a mejor de las estructuras, que sea real, profundo y estable no puede partir hoy del prevalecer de una u otra concepción política, sino que deberá partir del hombre, de la existencia del hombre, de la substancial reconstitución de su posición en el mundo, de su relación consigo mismo, con los demás y con el universo. No está dicho que introduciendo un sistema mejor se garantice automáticamente una vida mejor; al contrario: sólo con una vida mejor se puede construir también un sistema mejor: cada uno puede valorar la actualidad de estas palabras en el contexto de crisis que aflige a Europa desde hace años.
(Marta Cartabia)


Jean Marie Le Méné
El profesor Lejeune.
Fundador de la genética moderna
Editorial Marova
pp. 148 – 12,00 €

El libro de Jean Marie Le Méné nos acerca, a través de una colección de relatos, testimonios, cartas y entrevistas, a la figura de Jérôme Lejeune, médico y científico francés descubridor de la trisomía 21, causa del síndrome de Down.
Nos hallamos ante un libro que narra la vida de un gran cristiano del siglo XX, un hombre para el que la llamada a la vida en Jesucristo se convirtió en la línea directriz de toda su vida, desde la familia a la investigación científica. Un hombre cuya razón, iluminada por la fe, le permitió tener la humildad y la inteligencia para poner sus investigaciones científicas, y toda su vida, al servicio de la persona. Le Méné, quien continúa al frente de la Fundación Jérôme Leujene, fue un testigo predilecto de la vida del descubridor del origen del síndrome de Down y tiene una estrecha relación de parentesco con él, por lo que transmite esta mezcla de afecto filial y de pasión por comunicar la obra de su vida en cada una de las páginas del libro.
Partiendo de sus investigaciones sobre las enfermedades genéticas en el hombre, que le valieron el reconocimiento y prestigio internacional, el autor nos guía por la figura del profesor Lejeune subrayando su incansable lucha por la defensa de la vida (“todo ser humano es una persona”), que le costó el ostracismo por parte de la comunidad científica y la retirada de fondos para la investigación por parte del gobierno francés, sin olvidar su labor como médico (atendió junto con su equipo a más de ocho mil pacientes), que fue el origen y el motivo de toda su investigación.
Cabe destacar también los relatos de los viajes del profesor Lejeune a la Unión Soviética, primero en calidad de emisario de la Academia Pontificia de las Ciencias para alertar de los peligros de una guerra atómica, y posteriormente como representante de la Santa Sede en los funerales de Brézhnev y Andrópov; o sus investigaciones para confirmar la autenticidad del sudario de Turín, que sirvieron para ayudar a refutar la datación realizada en 1988. Todas estas experiencias nos ayudan a entender la pasión del profesor Lejeune por todo lo que le rodeaba, trascendiendo el ámbito de la investigación científica.
No encuentro mejores palabras para recomendar la lectura de este libro que las de su querido amigo el beato Juan Pablo II en el mensaje que dirigió al cardenal Lustinger el día que Jérôme Lejeune fue llamado a entrar en la eterna juventud: «El profesor Lejeune supo usar siempre su profundo conocimiento de la vida y de sus secretos para el verdadero bien del hombre y de la humanidad, y sólo para esto. […] El profesor Jérôme Lejeune asumió plenamente la responsabilidad particular del sabio, dispuesto a convertirse en un signo de contradicción, sin tener en cuenta las presiones externas ejercidas por la sociedad permisiva ni el ostracismo al que lo habían condenado».
(Javier Urbano)


Francesca Ambrogetti / Sergio Rubin
El Papa Francisco.
Conversaciones con Jorge Bergoglio
Ediciones B
pp. 192 – 15,00 €

Soy Jorge Bergoglio, sacerdote. Una confesión me cambió la vida. Fue la sorpresa de un encuentro, el estupor de encontrarse con alguien que te está esperando. Desde ese momento para mí, Dios es el que te “primerea”. Uno lo está buscando, pero Él te busca primero. Uno quiere encontrarlo, pero Él nos encuentra primero. Entré en los jesuitas porque estaban en primera línea y por su vocación misionera. La vocación es ser objeto de misericordia, es ser elegido. También la oración es dejarse mirar por Dios. La Iglesia sólo puede ser misionera. De lo contrario, se asfixiaría en la autorreferencia. No debe quitar preceptos, sino facilitar nuestra adhesión, salir a la calle para encontrar a la gente. Veo a menudo a una Iglesia que se reduce a lo administrativo en lugar de transmitir la fe. Los laicos son un recurso; se convierten en un problema cuando se clericalizan. En cambio, para salir al encuentro de la gente basta el Bautismo. No debemos permitir que las ideologías predominen sobre la moral. Subrayar sólo lo negativo y lo que nos separa no es cristiano. Cristo aceptó a todos y sólo se redime lo que se acepta. Tener fijación con lo que se refiere a la sexualidad es una reducción moral y catequética del anuncio cristiano: la fe es el encuentro con Jesús. Algunos creen ser justos, vivir a la luz de la fe y seguir las enseñanzas del catecismo, pero no tienen la experiencia de ser salvados. Los grandes pecadores tienen esta experiencia de la gracia, porque el pecado es el lugar privilegiado del encuentro con Cristo, al que pertenecemos. Nuestra falta de identidad es falta de pertenencia. Esto es sintéticamente el corazón del libro-entrevista al cardenal Bergoglio, tres años antes de que fuera elegido Papa. No dejéis de leerlo.
(Ubaldo Casotto)


Fernando de Haro Izquierdo
Cristianos y leones
Editorial Planeta
pp. 288 – 21,00 €

Cada año 100.000 cristianos son asesinados en el mundo: un libro por donde desfilan héroes silenciosos que, sin quererlo, se han visto obligados a pagar un precio altísimo por ser fieles a lo que creen. Un mosaico de crónicas y, en algunos momentos, libro de viajes en el que se narran, con el tono literario de un buen escritor y la capacidad de análisis de un historiador, los conflictos que dominan el comienzo del siglo XXI.
«El cristianismo es la religión más perseguida del planeta. No es que lo diga Benedicto XVI. Lo certifica una publicación tan laica como The Economist. El semanario, en un artículo titulado “Cristianos y leones” de finales de 2011 aseguraba que “la fe más seguida en el mundo está acumulando perseguidores. Incluso los no cristianos deberían preocuparse por ello. El cristianismo está creciendo casi al mismo ritmo que la humanidad misma: pero sus 2.200 millones de fieles no pueden contar con la seguridad de los números”. En Siria los que dicen luchar por la primavera árabe y contra la tiranía los han convertido en objetivo de sus ataques. En Iraq se ha producido una auténtica limpieza étnica que ha provocado el exilio de más de 600.000 bautizados desde la guerra de 2003. En la India, el terror amarillo del hinduismo radical arrasa pueblos enteros. En Pakistán la Ley de la Blasfemia se usa para asesinarlos o para meterlos en prisiones en las que se pudren. En China los bautizados siguen siendo internados en campos de concentración peores que los que utilizaban los nazis o los soviéticos. En África el islamismo los ha puesto en el objetivo. Hay muchos en el mundo que todas las mañanas, al levantarse, tienen que elegir entre su fe y la posibilidad de perder la vida. No son historias que ocurrieran en tiempos del Imperio Romano. Esto sucede en el comienzo del siglo XXI. No son relatos edificantes, más o menos verídicos, para cautivar a almas cándidas. Este es un libro lleno de datos, de nombres, de información. Atreverse a leerlo es atreverse a romper la cortina de silencio que un Occidente bienpensante ha extendido sobre un asunto que le parece desagradable, incómodo. Ese Occidente tan dispuesto a defender otras sacrosantas causas no quiere oír hablar de la libertad que les falta a los cristianos».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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