Huellas N.4, Abril 2013

BREVES

Ensayos de subsidiariedad
ENTRE EL ESTUDIO Y EL TRABAJO: ESAS “CABEZAS” INSPIRADAS EN ARIOSTO

Giorgio Vittadini*

Los datos hablan claro, los centros de formación profesional están en alza. El itinerario de Ikaros, de las tabletas a las estancias en el extranjero

En el contexto de una creciente dispersión escolar, no puede pasarnos desapercibida una novedad que emerge en el campo educativo. Asistimos a una variación de la tendencia respecto a los años anteriores: en Italia, aumenta la demanda para los centros de formación profesional mientras cae la de los liceos científicos. Este dato demuestra que el itinerario formativo profesional resulta hoy interesante para muchas familias, porque permite aprender una profesión y entrar enseguida en el mundo laboral.
En esta perspectiva, merece la pena fijarse en la experiencia de la Fundación Ikaros que, sobre todo en estos últimos años, ha trabajado en mejorar cualitativamente la oferta formativa de sus tres sedes (Calcio y Grumello del Monte, en la provincia de Bérgamo; Buccinasco en la provincia de Milán), con un total de 1.400 alumnos. La atención al mundo del trabajo y una estrecha vinculación con empresas de la zona, donde los chicos dedican horas al aprendizaje en los distintos stages, sirven ante todo para identificar cuáles son las nuevas necesidades y, en consecuencia, imaginar nuevas propuestas en el campo formativo. Este año, por ejemplo, comenzará por primera vez un curso para encargados de la logística.
Algunos aspectos peculiares de esta fundación son, entre otros, la atención a la propuesta didáctica (Ikaros es la primera escuela de Lombardía que proporciona tabletas electrónicas a todos los alumnos), la relación con algunas universidades para la programación de nuevas aplicaciones y la puesta al día del profesorado en el uso de los iPad; por último, la posibilidad de que algunos estudiantes accedan a estancias de estudio en el extranjero en el marco de los programas que ofrece la Comunidad Europea. Uno de los directores de sede explica: «Se plantea una clara alternativa en la relación con los chicos: o partes del listado de todo lo que los alumnos no son capaces de hacer, a menudo por falta de atención, o bien partes de una sencilla pregunta: ¿qué propuesta les hacemos en las treinta horas que pasan en clase? En esto nos lo jugamos todo».
Así sucede que un profesor de Lengua propone a las chicas de una clase la lectura de algunas páginas del Orlando furioso de Ludovico Ariosto, y la realización de un peinado que represente a uno de los personajes femeninos de la obra. Llama mucho la atención, además del cuidado y el esmero con los que han trabajado las chicas, lo que ellas han expresado en su redacción final: al profundizar en ciertas asignaturas, todas han tenido que preguntarse y reflexionar sobre qué tipo de mujer querrían llegar a ser.
Si el objetivo de la enseñanza no es la maduración de la autoconciencia de los jóvenes, su misión fracasa. Además, sólo así la enseñanza puede convertirse en el motor de un sistema subsidiario donde el espíritu emprendedor, las propias capacidades, la creatividad de todos, asuman el protagonismo de la construcción social.
* Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad