«¿Puedo volver mañana? Como voluntaria…». María, una periodista de TVE, acude al evento madrileño que del 15 al 17 de marzo ha ofrecido testimonios sobre ciencia, cultura, política y música, a la luz de la experiencia cristiana. Invitados, visitantes, jóvenes, cocineros y voluntarios han comprobado que hay algo capaz de despertar la propia humanidad. Tanto de quien se acerca por primera vez como de quien celebra el décimo aniversario del evento, viendo a sus hijos tomar el relevo en el escenario
A pocos minutos de que se abran las puertas de EncuentroMadrid se dan los últimos retoques. En esos momentos todos pensamos lo mismo: «¡Cuantos menos imprevistos mejor!». Varios chicos lo rumian en silencio mientras cuelgan atinadamente una pancarta con el lema de este año: “Un imprevisto es la única esperanza”.
María, una periodista de TVE, se ha acercado al Recinto Ferial de la Casa de Campo a cubrir el evento y está especialmente interesada en la exposición sobre la vida de Jérôme Lejeune, el gran genetista francés. María pregunta por el comisario de la exposición. Le indican a un chico que echado por tierra pela cables con unos alicates. María vuelve a preguntar y recibe la misma indicación. «No, no el electricista, busco el comisario de la exposición», insiste. El comisario la oye, se levanta y, limpiándose las manos como puede, saluda a María: «Hola, soy yo. Lo que pasa es que hasta que empiece la exposición también ejerzo de electricista». María no da crédito. El comisario-electricista responde a multitud de preguntas sobre Lejeune, la exposición y EncuentroMadrid. Al terminar, María se acerca a la mesa de voluntarios y pregunta si puede volver al día siguiente: «No, pero no para grabar – dice –, como voluntaria. ¡Esto es impresionante!».
Sus “pequeños”. Es la misma capacidad de sorprenderse que guió a Jérôme Lejeune, quien, – en palabras de su mujer Birthe durante la presentación de la exposición – «dedicó toda su carrera a comprender la enfermedad de los niños afectados por el síndrome de Down, a defender su vida y su dignidad». Fue el amor por la verdad y por la vida de sus “pequeños” – como los solía llamar – lo que le llevó a vivir su carrera científica y, de paso, granjearse el maltrato del establishment científico de su tiempo.
Silvio Cattarina, Clara Fontana y Álvaro Castro comparten la misma pasión de Lejeune por sus “pequeños” en el trabajo con los chavales que relatan en la mesa redonda sobre el lema: “Un imprevisto es la única esperanza”. Silvio es fundador de la cooperativa social El Imprevisto, dedicada al acompañamiento de jóvenes con problemas de adicción a las drogas y al alcohol. Clara dirige un colegio y Álvaro es capellán en un centro penitenciario para menores. Todos coinciden en un punto: «No se trata de intentar querer incondicionalmente a los demás, sino de seguir los signos que aparecen en tu vida y que te llevan por caminos antes insospechados». También cuenta su historia Stefano, que pasó por la dura experiencia de la vida en la calle y la sobredosis, y llegó a la cooperativa El Imprevisto. Allí, dijo él mismo con una intensidad que quebró la voz del intérprete encargado de traducir del italiano, «encontró la esperanza y la alegría que la heroína le había robado». Hoy estudia en la universidad. Un día, tras aprobar un examen, volvió contento al piso de reinserción donde vive actualmente. Llovía a cántaros y, nada más dejar la bicicleta, entró en casa y dio la noticia a Silvio, que le esperaba. «Vale, pero ahora, sécate porque te vas a coger una pulmonía», fue la contestación. Después de un instante de perplejidad – «pero, ¿cómo, sólo me dice esto?» –, piensa: «No, Silvio me acaba de decir que el resultado del examen está muy bien, pero yo valgo y soy querido por mí mismo». ¡Qué grande! Stefano ha aprendido a mirar su experiencia. A juzgar. A ser hijo.
Hasta el cielo. En estos diez años de vida de EncuentroMadrid la literatura ha sido una de sus notas dominantes. Tres grandes de las letras: Dante, Tolkien y Montale. De Montale, el lema; sobre Tolkien, una exposición; sobre la lectura de Dante, una propuesta provocativa. Franco Nembrini, director del colegio La Traccia, se remangó para ofrecer una imagen de Dante desconocida para el público español. El gran genio italiano – explica Carmen Giussani introduciendo el acto –, normalmente, en España se asocia al adjetivo dantesco para indicar lo monstruoso (en el uso corriente del castellano, dantesco es sinónimo de horrendo). En apenas una hora, Nembrini convenció a un público entusiasmado de que Dante es el «poeta del deseo, del cielo y las estrellas, y no de lo monstruoso», el poeta del drama que es ser humanos como cada uno de nosotros comprueba a diario. Dante, de la mano de Beatriz, nos hace descubrir – dijo Nembrini – que «la vida está hecha del deseo de plenitud que la realidad despierta, un deseo que mueve el camino de cada hombre y que Dante nos hace recorrer, purificándolo, desde el infierno, pasando por la purificación necesaria, hasta el Cielo».
El mismo recorrido que refleja la exposición dedicada este año al escritor inglés J.R.R. Tolkien: un camino lleno de imprevistos. Siguiendo las diferentes etapas de la exposición, el visitante se veía inmediatamente transportado a uno de los mundos tolkenianos: bosques, volcanes, el firmamento… «Un recorrido lleno de imprevistos; al igual que los hobbits, cada uno de nosotros tiene que poner en juego su libertad», subrayó el comisario de la exposición.
El sábado fue, como ya es tradición, un desfilar de amigos, conocidos, familiares y compañeros de universidad o trabajo para muchos de los cuales esta era su primera participación en EncuentroMadrid. Los primeros beneficiados, como siempre, fueron los que les invitaron. Si uno se sentaba en el pabellón y ponía el oído a las conversaciones de los otros era frecuente escuchar frases del tipo: «¡Luego te cuento! No sabes qué impresionante» o «No sabes qué sorprendido está ese compañero de clase al que he invitado…». Irene, la amiga de una chica del CLU, después de conocer la experiencia de la Casa de la Almudena (ver Huellas n.7, 2012), no hacía sino repetir con los ojos enjuagados de conmoción: «¡Yo pensaba que esto no existía!».
Haendel y el bunker. Exactamente la misma experiencia descrita por el periodista irlandés John Waters en la mesa redonda “El encuentro con Cristo, lo imprevisto permanece en el tiempo”. «La mentalidad moderna – dijo, retomando la famosa imagen que Benedicto XVI utilizó en su discurso en el Bundestag – es como un búnker sin ventanas, pretende impedir que veamos lo que hay fuera». Pero la belleza y la caridad son más fuertes que el más espeso de nuestros muros. Como a Irene al descubrir la experiencia de Familias para la Acogida, a muchos se nos vinieron abajo los muros de nuestro búnker al escuchar el concierto de música barroca interpretada por el coro Maximiliano Kolbe, la orquesta Quorum y la solista Manoli Ramírez de Arellano. Entre las primeras grietas abiertas por los clarinetes de los primeros compases del Concerto Grosso y el Alleluia de El Mesías, una hora de belleza demoledora a golpe de Haendel.
La noche anterior, habían subido al escenario un grupo de universitarios que versionaron canciones del grupo Mumford&Sons, bajo el nombre de Mumford&Friends. La banda se las apañó para incluir entre sus instrumentos un banjo, un violín, un bombo y un acordeón entre las guitarras, el teclado y las voces. Además de la interpretación llena de buen gusto, el verdadero espectáculo eran ellos, la complicidad y amistad que evidenciaban. Tan auténtico que no pudo dejar de contagiar las ganas de cantar, de crear y de expresar lo que se vive.
¿Es bueno cualquier imprevisto? En EncuentroMadrid no podía faltar el debate sobre la realidad social y política española. En una mesa redonda promovida por la Asociación Medicina y Persona, participaron la Dra. Ana Martín, neonatóloga en el Hospital Saint Joan de Déu de Barcelona y la Dra. Mónica López Barahona. En ella se abordaron algunas de las más difíciles cuestiones relacionadas con la neonatología y los diagnósticos preimplantacionales. «La ciencia – reiteró la Dra. Martín – tiene que estar al servicio del hombre, también cuando lo único que se puede hacer es acompañar».
A contrapié. La crisis también tuvo su espacio en el evento. Pero no fue el espacio para la queja o el análisis abstracto, sino para descubrir las razones para la esperanza en una situación económica que ha hecho que, para muchos, “imprevisto” sea sinónimo de quiebra, despido y desaliento. Así nos lo hicieron ver, entre otros, Sebastián Mora, Secretario General de CÁRITAS en España, Fernando de Haro, periodista de la Cadena COPE, Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado de la Marca España o Jaime García-Legaz, Secretario de Estado de Comercio.
Pero está claro que si ha habido una noticia en estos días que ha pillado a contrapié hasta a los más leídos, esa ha sido la elección de Jorge Mario Bergoglio como sucesor de Pedro. EncuentroMadrid no quiso hacer oídos sordos a ese imprevisto e invitó al monseñor Alfonso Carrasco, obispo de Lugo, y a José Luis Restán, director editorial de la Cadena COPE, a participar en la mesa redonda “Desafíos de la Iglesia en el año de la fe”. Monseñor Carrasco destacó cómo «lo que hemos visto ya del Papa Francisco, con sus gestos, nos interpela a vivir lo que Benedicto XVI ha predicado». «El Papa Francisco – señaló Restán – prosigue el camino de “la renovación en la continuidad” y una señal existencial de la misma armonía entre fe y razón que Benedicto nos ha enseñado y testimoniado».
Monseñor Carrasco quiso referirse al lema de EncuentroMadrid al señalar que el hecho más insospechado que puede alcanzar la vida de una persona es «ese imprevisto que se llama Jesucristo y que provoca toda nuestra libertad para cumplirla». Pero, «¿qué les sucedió a esos hombres al encontrar a Jesús?», se preguntaba José Miguel García, profesor de exégesis en la Universidad San Dámaso de Madrid en la mesa redonda final. Lo mismo que a María, la reportera de Televisión Española. Lo mismo que a Irene y a tantos de nosotros. El encuentro humano con una persona que, sin haberlo podido ni siquiera imaginar, llenó su vida de esperanza.
COMUNICADO FINAL
En un tiempo en que muchos piensan que la Iglesia es una reliquia arqueológica perfectamente previsible, Benedicto XVI dijo que por el contrario es una realidad viviente, que se transforma permaneciendo fiel a su propia naturaleza, porque su corazón es Cristo.
Los acontecimientos de los últimos días demuestran la verdad de esta afirmación.
Esta edición del EncuentroMadrid 2013 ha puesto de manifiesto a través de numerosos testimonios esta dimensión esencial del cristianismo, que no es deducible, que no es resultado de un plan ni puede reducirse a un conjunto de reglas y de principios. Por el contrario es un acontecimiento que sucede siempre de nuevo y así vuelve a despertar nuestra humanidad.
En un mundo que, como decía Péguy, “ya no es cristiano”, hemos querido mostrar cómo ese acontecimiento del Señor presente a través de las personas que cambian irrumpe en el escenario de la historia. En el ámbito de la economía (golpeada por una severa crisis), de la educación (reducida tantas veces a mero manual de instrucciones), del servicio a los más necesitados (confundido con asistencialismo), de la atención a los enfermos o a través de la literatura o la música, el acontecimiento cristiano irrumpe como una chispa capaz de encender un camino nuevo.
El pueblo cristiano nace continuamente de esa forma imprevista en que el Misterio de Cristo resucitado hace su entrada, generando personalidades llenas de atractivo, a través de la debilidad y el límite de todo lo humano. Y así surgen continuamente comunidades y obras donde se puede ver y tocar una promesa que los hombres de esta época no pueden dejar de escuchar. Una promesa cuyo cumplimiento puede verificarse a lo largo de un camino que estos días se nos ha hecho patente de muchas formas en el EncuentroMadrid.
Al finalizar estas jornadas nos sentimos impulsados a seguir construyendo junto a toda la Iglesia lugares donde sea posible hoy encontrar este Imprevisto que rescata lo humano.
Lo haremos bajo la guía del Papa Francisco, en cuya elección reconocemos de nuevo el soplo del Espíritu Santo que jamás deja de conducir la Iglesia.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón