Huellas N.7, Julio/Agosto 2012

ACTUALIDAD / Crónicas de la crisis

España, ¿qué deseas?

Fernando de Haro

España, ¿qué deseas?

Uno de cada cuatro españoles está sin trabajo. Once millones de personas en riesgo de pobreza. Aún contando con las ayudas de Europa, cuesta ver una salida a la crisis y el sistema de Bienestar ha cambiado definitivamente. Pero no hay ira. Se redescubre la solidaridad y la necesidad de arriesgar. ¿Cuál es el verdadero motor del cambio?

Sin ira, con cierta serenidad. Lo explica Víctor Pérez Díaz, sociólogo de formación estadounidense que se ha convertido en uno de los observadores más cualificados del momento, el hombre que todos buscan para que arroje algo de luz. Uno de sus primeros libros, cuando la democracia no estaba consolidada en España, reivindicaba el protagonismo de la sociedad civil y ahora sigue recetando la misma medicina. Acaba de presentar el informe La sociedad española ante la crisis económica. Asegura que «la mayoría acepta las políticas de austeridad y solidez presupuestaria, la actitud de los españoles es de prudencia y de moderación con la crisis». El paisaje económico español ha cambiado radicalmente en los últimos años. La burbuja inmobiliaria, que no se pinchó hasta 2007, creó la falsa imagen de que se había encontrado la fórmula para que el país siguiera siendo, de forma muy cómoda, la cuarta economía continental europea. El Gobierno incluso “regalaba” dinero en forma de cheque-bebé por valor de 2.500 euros o ayudas de 400 euros a los jóvenes. Se daba por supuesto que el Estado podía proporcionar una sanidad de calidad gratuita, mantener infraestructuras y servicios públicos que en algunos casos estaban entre los mejores de la Unión Europea. Ese mundo se ha desmoronado.
El paisaje ha cambiado radicalmente. La situación del sector financiero hace necesario un rescate porque el Estado no tiene dinero para cerrar el agujero de créditos fallidos (supondrá el 5 por ciento del PIB). Bruselas ya ha impuesto unas condiciones muy duras para aplazar la reducción del déficit al 3 por ciento hasta 2013. Más IVA y más recortes. Todos los cálculos, después de que se haya vuelto a la recesión técnica, apuntan a que hasta finales de 2013 no habrá cierta recuperación. Habrá que esperar 4 o 5 años, quizás más, para se cree empleo. Malísima noticia en un país que va a tener dentro de poco una tasa de desempleo del 25 por ciento. El modelo ha cambiado. Cuando se vuelva a recuperar cierta normalidad y la economía vuelva a crecer ni la prosperidad ni el sistema del Bienestar podrán ser como a comienzos de siglo.

Adiós indignados. Pero no hay ira. La huelga general de marzo tuvo un seguimiento del 20-30 por ciento. Tampoco las huelgas contra los recortes en la enseñanza han sido masivas. Un año después, el movimiento de los “indignados” se ha disuelto, en parte por el cambio de política policial, en gran parte por su falta de consistencia. Y eso que la vida se ha hecho muy dura para muchos. En España hay más de 11,5 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, según el informe de Cáritas Exclusión y desarrollo social 2012. Un tercio de los hogares tienen dificultades para llegar a final de mes. La devaluación monetaria, que no es posible con el euro, se está produciendo en los salarios. Los datos de los últimos meses apuntan a que la productividad, uno de los grandes problemas, ha subido un 0,8 por ciento y la remuneración ha bajado un 0,4 por ciento.
Sin ira y con energía social para la caridad, para volver a comenzar otra vida y para intentar construir. La solidaridad primaria y la familia como red de asistencia primaria evitan el conflicto social. Cáritas ha triplicado las ayudas en los últimos años y atiende ya a más de un millón de familias. Y a Cáritas se recurre cuando los servicios sociales públicos se rinden. Subsidiariedad en estado puro. También disposición a aceptar los riesgos. El número de españoles que ha decidido emigrar, buscando oportunidades en nuevas tierras, algo hasta hace poco impensable, se ha disparado. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2011 aumentó casi un 40 por ciento y en lo que va de 2012 un 50 por ciento. Y ante las dificultades para encontrar un empleo la tasa de actividad emprendedora se ha incrementado un 34,8 por ciento en 2011 según el Informe GEM (Global Enterpreunership Monitor).

Desconfianza y estatalismo. Junto a esa energía social y esa disposición a empezar de nuevo perviven hoy dos grandes dificultades. También las ha señalado Víctor Pérez Díaz en sus últimos trabajos: la desconfianza mutua y el desconcierto. Este último sin duda tiene mucho que ver con la pervivencia de viejos esquemas ideológicos. Se abren propuestas a favor de la gestión de los servicios públicos por la sociedad como las que ha hecho recientemente el economista José Antonio Herce, de tradición socialdemócrata. Pero los esquemas mentales del viejo estatalismo siguen vigentes. Muchas de las organizaciones sociales que atienden a los más desfavorecidos claman por la vuelta a la anterior situación, cuando el Estado se encargaba de todo. Pero quizás la principal raíz del desconcierto está en la falta de claridad sobre el verdadero motor del cambio: el deseo. Falta claridad sobre la fuerza del deseo, que es siempre anhelo de Infinito y que es el que permite ser responsables y acometer todos los esfuerzos necesarios para levantar un mundo nuevo. Lo dice claramente el escritor José Jiménez Lozano: «Sin el ámbito de lo transcendente, no contamos ya más que con el poder de este mundo que nos libera de responsabilidades y de esfuerzos». Pérez Díaz señala que sólo en compañía la fuerza de la persona se mantiene íntegra. «Es, a partir de las experiencias básicas de la vida cotidiana, dónde se forma la confianza de la gente, donde se crea la comunidad», señala el sociólogo. «Se trata – concluye – de constituir asociaciones, comunidades de debate, de investigación, e, incluso, agrupaciones políticas en las que prevalezca un espíritu de amistad y el sentimiento de construir un grupo abierto, que hace bien el trabajo que tiene que realizar, que permita el desarrollo de agentes morales libres».


“Los números”
24,3% tasa de desempleo (la más alta de la OSCE)
5,8% la relación deficit / PIB
71% la relación deuda / PIB
1,3% la inflación prevista para 2012