Durante el día el silencio, por la tarde el vandalismo. Pero después una plaza de Catania se convierte en escenario de una movilización personal
«Un movimiento global del barrio y de sus ciudadanos» nacido por «contaminación» de la vida cotidiana: palabras sacadas del Estatuto de la Fondazione Natività, una de las best practice contenidas en la nueva relación sobre la subsidiariedad italiana, con el título Subsidiariedad y…ciudad habitable.
Que la iniciativa personal (o “participación” como se le llama a menudo) es el motor de la subsidiariedad, emerge claramente del ejemplo de esta Fundación, nacida de la experiencia de dos empresas sociales, el Consorcio Sol.Co. y el Consorcio Elios, que, situados en la proximidad de la plaza de Santa María Auxiliadora, en el barrio Cibali de Catania, han decidido dedicar parte de su actividad al arreglo de la plaza y a su gestión, implicando a todos los que de alguna manera son vecinos de aquel lugar.
«Hemos empezado a vivir en esa calle y en esa plaza: de día había poca gente, desde primera hora de la tarde caía en manos de los gamberros», dice Giusi Palermo, presidente de la Fundación. Los protagonistas de esta iniciativa comprenden que es importante moverse en primera persona sin esperar que lo hagan las entidades públicas, pues «una institución, incluida la social, puede percibirse como algo “frío”, que no es capaz de obtener la confianza necesaria». Así, se dirigen al párroco de la iglesia que se asoma en la plaza, punto clave para el desarrollo de la comunidad local. El párroco, también él persuadido de que una implicación sólo institucional no puede tener éxito, propone personalmente a sus parroquianos participar en la iniciativa. Se pone en marcha una suscripción al comité promotor de la Fundación y más de 1.500 cartas de invitación llegan a los habitantes de la vecindad, que responden con 246 adhesiones. El Comité, después de haber ganado un concurso del Ayuntamiento presentando un proyecto de recuperación y revalorización de la plaza, se constituye como Fundación en junio de 2011. El proyecto prevé un mantenimiento extraordinario y ordinario para la recuperación de las zonas verdes y para la puesta en marcha de algunos elementos de mobiliario urbano (cercados y zonas peatonales, papeleras, depósitos de residuos, bancos).
La Fundación cuenta con cuotas asociativas, 5 euros para las personas físicas, 50 para las jurídicas, pero en breve tiempo da vida a iniciativas de recogida de fondos que demuestran una cierta creatividad emprendedora: una feria de dulces asociada a las actividades conclusivas del “oratorio de verano” (la iniciativa parroquial durante el mes de julio, ndt); un mercadillo de barrio de productos de agricultura biológica con la colaboración de productores y vendedores; una fiesta otoñal a base de “salchichas, vino y castañas”. Y dos importantes colaboraciones: con Ikea, en cuyos puntos de venta se promueve una lotería y se empaquetan los regalos durante las Navidades; y con Banca Prossima, que financia una cuenta de donación para la recogida de fondos.
Después de las vacaciones, los voluntarios se presentan en la parroquia y preguntan: «¿Cuándo volvemos a empezar?». La vida que se ha generado en la plaza de Santa María Auxiliadora sigue estimulando la movilización personal que se convierte en una movilización de grupo y en una respuesta orgánica capaz de responder a las necesidades concretas y a las expectativas de los vecinos.
* Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad
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