Desde hace algunas semanas, nuestra revista Tracce (y su “hermana” inglesa Traces) ofrece un instrumento más: la aplicación para iPad. Un paso más de una historia de la que ha nacido la página web, la versión para móvil, la newsletter…
Web, epub, form, newsletter, mobile. Todo el que haya pasado por el stand de Tracce en el Meeting habrá escuchado o leído estas palabras con toda seguridad. Y tal vez se haya detenido a hojear las páginas de la revista en los dos iPads situados en el mostrador para permitir probar la última novedad: una aplicación para la famosa “tableta” Apple que permite, suscribiéndose o comprando un ejemplar suelto, descargarse y leer Tracce (y su “hermana” inglesa Traces) en formato interactivo, con links para profundizar más y para entrar en otros contenidos de la web, con la ventaja de tener la revista el mismo día en que sale, ahorrándose los tiempos del envío, que muchas veces se prolongan demasiado (y no por nuestra culpa…).
Es otro fruto de una historia que comenzó en 2009. ¿Os acordáis? Era el 17 de enero. Después de semanas de estudio y de trabajo, se estrenaba online la nueva página de Tracce.it. En la práctica, otra revista, con artículos distintos con respecto a la versión escrita, además de la ampliación de los artículos que se encuentran cada mes en la revista y en nuestro archivo histórico. Una forma de complementar la edición en papel, haciendo resaltar sus contenidos, pero sin dejar de lado temas, historias, fotos y documentos que no habrían podido figurar en la revista por cuestiones de espacio y de “peso”. Y un instrumento para intervenir con mayor oportunidad en ciertos temas, sin esperar al siguiente número.
Para diseñar de nuevo la antigua página “estática”, necesitábamos un instrumento que nos permitiese gestionar los contenidos con facilidad y rapidez. Fue fundamental el encuentro con Fotónica, una pequeña empresa de San Marino nacida como web agency en 1995 (cuando empezaba a entrar internet en las casas con los primeros módems analógicos…), que desde 2001 empezó a desarrollar Camo, un sistema de gestión de contenidos para webs que podía ser usado de forma autónoma por los clientes, incluso por los no muy entendidos en la materia. «Era una respuesta a las exigencias del mercado, que se unía a nuestra forma de trabajar, que parte desde siempre de la persona que está delante, con sus capacidades y sus expectativas. Si no partes de ahí, puedes tener ideas estupendas y creativas, pero nunca tendrán éxito», explica Santiago Mazza, administrador único de Fotónica: «Al principio, los clientes confiaban completamente a alguien externo la creación y la gestión de su web. Se nos ocurrió la idea de crear un cms (Content Management System), Camo, que permitiese a alguien “profano” gestionar las webs de forma autónoma, garantizando un alto nivel de personalización».
Meses de trabajo, pruebas, estudio del aspecto gráfico. Una considerable ayuda de Orlando Gabrielli y Abele Losco, responsable del desarrollo de Camo. La redacción que, a su vez, se “amplía” un poco gracias a estudiantes universitarios reclutados para echar una mano por turnos en la gestión de la web. Así es como, a comienzos de 2009, echamos a andar. Con el tiempo, el contenido se va enriqueciendo: la reseña de prensa, los vídeos, las galerías fotográficas. Y la Newsletter semanal, a la que hemos llegado gracias a Fotónica, que nos ha proporcionado una plataforma ad hoc.
Resumiendo, un camino hecho de pasos pequeños pero decididos, que ha llevado a la publicación de la versión de la web para móvil, con una gráfica específica más adaptada a los terminales de última generación, y a la aplicación para iPad, a la que será posible suscribirse con una oferta de lanzamiento (19,99 euros por once números) hasta primeros de octubre (luego el precio subirá algo).
De este modo, Tracce (junto a Traces) es el primer mensual católico disponible en formato electrónico. «Hoy en día, internet es el canal de la realidad», añade Mazza: «Basta con ver la relación con la economía real o la difusión de los foros sociales. Por eso creo que para Tracce ha sido un paso fundamental».
Es verdad. Pero solo por un motivo: ayudar cada vez más a nuestros lectores a ver y a juzgar lo que sucede. Y es «una compañía real y cotidiana incluso cuando estoy sola, lejos de casa y de los amigos», como nos acaba de escribir una lectora desde EEUU. Aunque sea a través de una “tableta” interactiva.
(R.T.)
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