El Via Crucis por el centro de Madrid, la vigilia de oración, la misa en el aeródromo de Cuatro Vientos... Cerca de un millón de jóvenes participarán en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, del 16 al 21 de agosto, bajo el lema: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2,7). En un Mensaje de agosto del año pasado, Benedicto XVI les había invitado con estas palabras: «Quisiera que todos los jóvenes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Señor Jesús resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros». Fue Juan Pablo II el que ideó estas citas cuando, en 1985, Año internacional de la juventud, invitó a los jóvenes a la Plaza de San Pedro: se congregaron allí trescientos cincuenta mil jóvenes. Nacieron de este modo las Jornadas Mundiales de la Juventud: Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991), Denver (1993), Manila (1995), París (1997), Roma (2000), Toronto (2002), Colonia (2005), Sídney (2008). También esta vez han respondido los jóvenes, organizando un viaje que para muchos resulta complejo, desde todos los rincones del mundo. Pero, ¿qué buscan? ¿Qué deseos les mueven a partir? Desde Rusia hasta Australia, desde Italia hasta Taiwán, hemos pedido a cuatro jóvenes que estarán en Madrid que nos cuenten su historia. Helas aquí.
VIKA
Moscú (Rusia)
UN PUNTO FIRME EN EL CAMINO DE LA VIDA
La primera noticia que tuve de la JMJ fue después de un encuentro de los jóvenes de Moscú con el arzobispo Paolo Pezzi. Era uno de los avisos que se dio aquel día. Enseguida me dije: «Quiero ir». Pero, ¿qué hacer? Empecé a pedir: «Señor, si quieres que vaya, haz algo por mí». Después de algunos meses, me propusieron acompañar a la JMJ a un grupo de franciscanos. Era la respuesta que buscaba. Desde aquel momento, nos encontramos todos los meses con monseñor Pezzi para leer el Mensaje del Papa a los jóvenes: hablábamos de él y escuchábamos testimonios, o simplemente tomábamos una taza de té. Allí surgían todas nuestras preguntas: ¿qué significa estar «arraigados en Cristo»? ¿Existe un vínculo más fuerte que cualquier cosa? En mi vida, ¿me apoyo en una tierra sólida? De este modo, nos ayudamos a ser serios frente a la vida.
Cien veces me he preguntado: ¿por qué me interesa tanto ir a Madrid? Mi respuesta es sencilla: en la Iglesia he encontrado algo precioso, y mi vida se ha visto completamente revolucionada. Por eso, voy para pedir que este Encuentro sea para siempre. Pero no es posible hacer solos este camino. El Papa ha hablado de la necesidad de «puntos firmes». Para mi vida, el Papa es un punto firme. Por eso quiero encontrarme con él. Para volver a casa y vivir, aquí en Moscú, lo que voy a recibir, y así pueda llegar a todos.
YA HAN
Taipei (Taiwán)
PENSABA: ¿COMO HARÉ, SIN EL BAUTISMO?
Yo no estoy bautizada. Veía a mi abuelo rezar y me decía a mí misma: «Sería bonito conocer a este Dios». Pero no me atrevía a entrar en la iglesia. Hasta su funeral. Allí vi personas cordiales y llenas de calor. Entonces empecé a ir a misa, y después de algún tiempo vi un aviso colgado en un corcho: la invitación a la JMJ. Me impresionó, pero pensaba: ¿cómo haré, si no estoy siquiera bautizada? En aquel momento, una persona de la parroquia se acercó y me dijo: «Vaya usted, seguramente merecerá la pena». Entonces me inscribí: era el último día para hacerlo.
Desde Taipei iremos unas trescientas personas. Mi grupo es de diecisiete jóvenes. En estos meses, nos hemos encontrado varias veces para prepararnos para la JMJ. Cada encuentro era la ocasión de conocer mejor a los compañeros de viaje: algunos sacerdotes, jóvenes de la parroquia y otros universitarios, no todos bautizados. Hicimos un encuentro de dos días con otros grupos de Taiwán: ver a estos jóvenes que, como yo, se preparan para el encuentro con el Papa, ha supuesto una emoción que no consigo describir. Me ha hecho desear todavía más ir a Madrid, a donde llegarán peregrinos de todo el mundo.
Me ha impresionado mucho que el Papa nos invita a no seguir ciegamente la mentalidad dominante, sino a buscar «una relación personal con Jesucristo», a considerarle como un verdadero amigo. Por eso, me gustaría conocer en la JMJ a otros jóvenes con este deseo, para poder conocer mejor a Dios.
TIM
Melbourne (Australia)
LA PROPUESTA DEL OBISPO JOE
Iré a la JMJ con otros cien jóvenes desde Sandhurst, cerca de Melbourne. Sólo tengo 22 años, pero seré el guía del grupo: me lo pidió el pasado 10 de diciembre nuestro obispo, Joe Grech. Aquel día era su cumpleaños. Dos semanas después murió repentinamente, con sesenta y dos años. Le debo mucho: era un amigo y un padre. Acabo de terminar Ingeniería, y he decidido no buscar ningún trabajo durante un año: quiero dedicarme por completo a seguir a los jóvenes de la diócesis, como me había pedido el obispo Joe.
En memoria suya realizaremos la peregrinación a Madrid. Y visitaremos lugares que no elegirán los jóvenes seguramente, como Ávila o Segovia, porque el obispo Joe era muy devoto de santa Teresa de Ávila y de san Juan de la Cruz. En estos meses nos hemos preparado para el gesto. No solo desde el punto de vista espiritual, sino práctico. Por ejemplo, para sacar dinero hemos organizado barbacoas, mercadillos y conciertos.
Él estaba muy interesado en esta peregrinación, quería llevarnos a toda costa. Deseaba que experimentáramos la universalidad de la Iglesia y pudiésemos darnos cuenta de que, como creyentes, no estamos solos en el mundo. Porque Australia está muy secularizada: para muchos, la fe consiste únicamente en ir a misa los domingos. En cambio, después de haber estado en la JMJ de Colonia y en la de Sídney, he visto que pertenecer a la Iglesia significa mucho más. Por eso, aunque nunca nos hemos visto, puedo desearos: «God bless you».
SAVERIO
Bari (Italia)
SÓLO SÉ QUE ESA FORMA DE VIVIR ES PARA MÍ
Estoy a punto de licenciarme en Economía. Al principio, no quería ir a la JMJ. Pero me impresionó mucho el interés que tenía una chica que acababa de terminar el colegio, a pesar de no poderse pagar ni siquiera el viaje. Una profesora se tomó en serio este interés, pidiendo a sus compañeros que la ayudaran. Ante este movimiento de personas, dije «sí»: iré a Madrid con veinte amigos. Con muchas preguntas: ¿cuál es mi camino? ¿Qué deseo en la vida? Cuestiones que van más allá del trabajo, como ha escrito el Papa: «La juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida más grande». Estos años de universidad han sido en verdad así. Y pesar que, cuando me matriculé, sólo tenía en mente evadirme... Después, asombrado por cómo había cambiado un amigo mío gracias a sus nuevas amistades, conocí yo también algunas personas de CL. No sabía lo que era, pero me interesaba esa forma de vivir. Y ahora, que compartimos un apartamento, es un espectáculo ver cómo nos tratamos, cómo comemos juntos. Nos ayudamos a afrontar hasta el fondo el tema del estudio. Después de la licenciatura, quiero buscar la misma compañía en la cotidianidad. Para seguir viendo esta belleza.
MIENTRAS, EN ESPAÑA...
«DESDE LAS EXPOSICIONES HASTA LAS CASAS PARA LOS PEREGRINOS: ASÍ NOS PREPARAMOS PARA RECIBIR AL PAPA»
Cien familias hospedarán a los jóvenes, quinientos voluntarios, una vigilia en un parque central de Madrid... La aportación de la comunidad de CL a la inminente JMJ
José Miguel García
Parques y claustros hospedarán algunas exposiciones. A finales de 2010, el Comité de Cultura de la JMJ seleccionó ocho exposiciones que se podrán disfrutar en parques, claustros e iglesias: “El Pórtico de la Gloria”, “Pasión por el hombre”, “Santo Toribio de Mogrovejo”, “Al servicio de Dios y del Rey. Las Reducciones del Paraguay”, “La capilla Sixtina y el misterio del cuerpo”, “Una Tierra para el hombre”, “Arte Contemporáneo y fe”, “Cristianos perseguidos, imágenes de siempre en el mundo de hoy”, “Sagrada Familia_Moved By Beauty”. Esta última se instalará en el Parque del Retiro, el corazón del evento madrileño. La muestra es fruto de un trabajo común entre algunos voluntarios y los arquitectos y constructores de la Sagrada Familia. Una manera de llevar a Gaudí a Madrid, puesto que no todos los peregrinos podrán visitar Barcelona. Y, sobretodo, para reflejar, mediante varios materiales multimedia, la conmoción de quienes visitan la última catedral de Europa. Se han pensado también dos laboratorios, en los que los peregrinos podrán participar físicamente en la construcción de la Sagrada Familia: aplicando una tesela en el mosaico de un pináculo, o escribiendo una intención personal, que se recogerá en una urna transparente, que luego se colocará en la base de una columna a la entrada de la sacristía. Es de señalar también la fecunda colaboración que se ha establecido entre los promotores de las distintas exposiciones. Es el caso de la muestra sobre las reducciones, realizada a partir de la que se expuso en el Meeting de Rímini de 2009: durante todo el año, los voluntarios de CL han quedado con los jesuitas de Madrid para completar los contenidos, y la muestra se hospedará en el claustro de la iglesia de los jesuitas en la calle Serrano.
Para la noche del jueves 18 de agosto, a las 22 h., en el Parque de Berlín, CL propone una velada de cantos e imágenes con el título “La belleza es la gran necesidad del hombre”, al hilo de una reflexión que hizo Joseph Ratzinger en el Meeting de 2002. Para organizar la velada, cada semana se reúnen una decena de voluntarios que se encargan desde los contenidos hasta los permisos necesarios, la escenografía, el alquiler de los equipos, la pantalla gigante, etc.
Para acoger a los peregrinos se ha pensado incluso en una guía ad hoc: Madrid a fondo. Viaje al corazón de Madrid, promovida por Emilio Pérez, que pacientemente ha coordinado el trabajo (gratuito) de decenas de profesores, y las demás tareas hasta la imprenta. La guía, de la que se han impreso cincuenta mil ejemplares, se venderá en todos los puntos de venta oficial de la JMJ y pretende dar a conocer la contribución de los cristianos a la construcción de la capital. Para preparar a los guías que acompañarán a los peregrinos en su visita a la ciudad se han organizado dos cursos semanales, en colaboración con la Facultad de Teología San Dámaso y el Museo de la Catedral de la Almudena.
Durante los días previos a la llegada del Papa, están previstos cientos de catequesis, celebraciones litúrgicas y momentos de oración, destinados todos a favorecer el encuentro personal con Cristo. Es lo más conveniente que puede suceder en nuestra vida. Por ello, el movimiento en España proponer participar en la JMJ como gesto educativo del verano. Tendremos ocasión de verificar personalmente la propuesta de Julián Carrón: la conveniencia humana de la fe. Muchos ya lo pueden testimoniar con su vida en la familia, el colegio o la universidad. Pero, si hemos querido servir con todas nuestra disponibilidad a la preparación de la JMJ y recibir al Papa este verano, es para seguir haciendo experiencia de esta conveniencia humana de la fe.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón