Benedicto XVI y otros
Dios salve la razón
Encuentro Madrid 2008
pp. 200 – 20,00 E
Se cumplen diez años de la publicación de la encíclica Fides et Ratio, de Juan Pablo II. Texto que tuvo un largo periodo de elaboración y que respondía directamente a la falacia del supuesto enfrentamiento entre fe y razón, desmontando la presunta idea de que seguir a Cristo era algo irracional. Seguimos en la misma época. Un tiempo el nuestro en el que hemos permitido que el fideísmo haya tomado posiciones en la Iglesia. Un tiempo marcado y etiquetado de postmoderno que enarbola una razón cercenada, mermada. Una razón identificada con la ideología del cientifismo que ha renunciado a conocer la verdad. Una auténtica paradoja: por un lado se trata de una época que se jacta de haber entronizado a la razón, pero por otro lado, esa misma corriente acuña un concepto de razón sumamente débil, imposibilitada para todo acceso honesto a la realidad.
Este paisaje es el que ha recibido a Benedicto XVI, al que ya llaman «el Papa de lo esencial», porque como un humilde servidor en la viña del Señor, se ha puesto manos a la obra y ha comenzado su enseñanza desde lo fundamental. En esta línea se disponen discursos y alocuciones de los que ni una línea son en balde: Ratisbona, el discurso no pronunciado de La Sapienza, Verona, su última visita a Francia y la respuesta al discurso del presidente Sarkozy junto con el discurso a los intelectuales, o su intervención en la asamblea general de Naciones Unidas.
Todos ellos van constituyendo un corpus doctrinal que exige un posterior estudio. En esta línea aparece el volumen Dios salve la razón, que a partir del histórico discurso en Ratisbona, “Fe, verdad y universidad”, reúne textos de pensadores que representan distintas respuestas y propuestas al reto lanzado por el Papa. Porque las intervenciones de Benedicto XVI, sus tomas de posición, provocan y suscitan reflexión. Y así ha sucedido, y de ello es testigo Dios salve la razón. En él encontramos a pensadores creyentes, agnósticos y ateos; cristianos, judíos y musulmanes; todos ellos hombres de actualidad y reconocidos ensayistas. Nombres como André Glucksman, Rober Spaemann, Joseph Weiler o Sari Nusseibehd, Jon Juaristi o Gustavo Bueno. Así se suceden a partir de Benedicto XVI cada uno de los mencionados, girando sobre tres pilares fundamentales: Dios, la salvación y la razón.
La crisis del mundo moderno no es una crisis de fe, de creencia, sino de pensamiento, de razón.
(Pablo Velasco Quintana, Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala)
Erich Auerbach
Dante, poeta del mundo terrenal
Acantilado Barcelona 2008
pp. 296 – 24,00 E
Erich Auerbach (1892-1957) nació en Berlín y estudió en las universidades de Heidelberg y Greifswald. Catedrático de Romanística en Marburgo, huyó a Estambul con la llegada de Hitler al poder; fue allí donde, acudiendo fundamentalmente a su memoria, compuso su monumental Mímesis, de 1946. Al año siguiente emigró a EEUU, donde murió. Entre sus trabajos cabe destacar, además del libro que hoy presentamos, su Lenguaje literario y público en la Baja Latinidad y la Edad Media, publicado en 1958. El ejemplar análisis que Auerbach hizo en Mímesis del encuentro dantesco con Farinata y Cavalcanti en el infierno encuentra su origen y desarrollo en la investigación emprendida en el presente libro, publicado por primera vez en 1929. Introducción magistral y guía eficaz al soberbio poema dantesco, nos acerca a la obra del poeta toscano desde la perspectiva medieval de la configuración del hombre y su experiencia vital hacia un destino significativo y último, ahondando entonces con extraordinaria perspicacia en sus consecuencias literarias. Auerbach acompaña al lector –con sabiduría, erudición y brillante capacidad de síntesis– por un momento crucial del espíritu europeo.
Vasili Grossman
Todo fluye
Galaxia Gutenberg
Barcelona 2008
pp. 300 – 20,00 E
Presentamos la novela que Vasili Grossman completó cuando ya sabía que nunca vería publicada su obra maestra Vida y destino. Al igual que ésta, Todo fluye es, como la anterior, una obra conmovedora y valiente sobre un momento despiadado, un retrato de la condición humana en toda su grandeza y su miseria.
Grossman sintió que no podía dejar de escribirla aunque nunca viera la luz porque era necesario que alguien contara la verdad. Grossman es uno de los grandes autores del siglo XX. Su última novela lo confirma como un hombre honesto que buscaba la verdad.
Moscú, 1954, un año después de la muerte de Stalin. Mientras espera la llegada de su primo Iván, que regresa tras treinta años en prisiones y campos de trabajo, Nikolai siente remordimientos porque ni una vez en todo este tiempo ha escrito a su primo ni ha contestado a sus cartas, pero ¿qué otra cosa podía hacer? En esta última novela, su testamento político y literario, Grossman disecciona la naturaleza del régimen estalinista, y de cualquier totalitarismo por extensión, en todos sus aspectos y en todas sus terribles consecuencias.
Henri de Lubac
El drama del humanismo ateo
Encuentro Madrid 2008
pp. 282 – 25,00 E
Debiera estudiarse por qué se da ahora esa embestida contra Dios, que lo es en contra de lo cristiano en la medida en que la fe cristiana presenta la verdad de Dios en su plenitud para la Historia. Sí, los intelectuales, donde los hubiera, han olvidado la cuestión de Dios, la Teodicea, la reflexión natural y la aceptación de lo sobrenatural como puntos de inflexión en el pensamiento de lo humano. No es menos paradójico que vivamos un tour de force de alta intensidad por parte de quienes niegan la existencia de Dios. Nada nuevo bajo el sol, aunque con más medios y con mayor intensidad. Esa negación de Dios, que incluso circula en las vallas publicitarias, es una negación de la esperanza. Por más que la prensa del fin de semana no pueda dejar de referirse a Dios; y que científicos y divulgadores de oportunidades financien campañas ateas y antiteas, y haya quien se empeñe en utilizar la ciencia, la razón y el hombre contra Dios, nosotros seguiremos afirmando al Dios vivo y verdadero, al Dios de los filósofos y los teólogos; de la razón y de la ciencia. Dios, ahora y siempre, en el horizonte de un hombre necesitado de la pregunta y más necesitado aún de la respuesta. La afirmación: Deja de preocuparte y disfruta es una apariencia de desgracia. Dios no hace que nuestra vida esté inmersa en una preocupación, ni nos impide el disfrute de la vida. La idea de que hay que elegir entre Dios o la vida es una trampa que impide una comprensión adecuada de lo que es Dios y de lo que es la vida.
Ediciones Encuentro nos recuerda, con esta reedición de un libro imprescindible, que El drama del humanismo ateo es un drama para todos. Valentín Puig, en un pórtico de lujo para este clásico del pensamiento y de la teología, nos recuerda que «vivimos un tiempo en el que hay que tener muy en cuenta, con Claudel, que la verdad no tiene nada que ver con el número de personas a las que persuade. Un cristianismo de choque –dice Lubac– no puede ser un cristianismo de fuerza». Nuestra afirmación de la Revelación, y la experiencia histórica de esa afirmación, ha superado las aparentes contradicciones y condicionamientos que se derivan del testimonio de que Dios se ha revelado en Jesucristo y se ha hecho carne en la Historia. El padre De Lubac nos ha entregado un estudio exquisito de los padres de la sospecha, de Kierkegaard, Comte, Dostoyevski; nos ha regalado una radiografía del alma humana ciertamente insuperable. Este libro está cargado de belleza: «No es verdad que el hombre, aunque parezca decirlo algunas veces, no pueda organizar la tierra sin Dios. Lo cierto es que, sin Dios, no puede, en fin de cuentas, más que organizarla contra el hombre. El humanismo exclusivo es un humanismo inhumano».
(José Francisco Serrano Oceja, publicado en Análisis Digital)
Benedicto XVI
Los padres de la Iglesia
Ciudad Nueva Madrid 2008
pp. 272 – 14,00 E
«Durante los meses pasados hemos meditado en las figuras de cada uno de los apóstoles y en los primeros testigos de la fe cristiana mencionados en los escritos del Nuevo Testamento. Ahora dedicaremos nuestra atención a los santos Padres de los primeros siglos cristianos. Así podremos ver cómo comienza el camino de la Iglesia en la historia»: con estas palabras el Santo Padre dio inicio a una nueva serie de catequesis, que desarrolló en las audiencias generales de los miércoles desde febrero de 2007 hasta marzo de 2008. Estas catequesis –que ofrecemos en el presente volumen– abarcan las dos primeras épocas de la Patrística: la primera, que comienza con Clemente de Roma y termina en los albores del siglo IV, con el Concilio de Nicea (año 325), y la segunda, llamada también Edad de Oro de la Patrística, que se extiende durante todo el siglo IV y llega hasta 430, con la muerte de san Agustín. La obra se completa con mapas, cuadro cronológico y una amplia introducción del Prof. D. Marcelo Merino de la Universidad de Navarra.
Rémi Brague
La sabiduría del mundo.
Historia de la experiencia humana en el universo
Encuentro Madrid 2008
pp. 422 – 42,00 E
A pesar del poco tiempo transcurrido desde su publicación original en 1999, ha sido traducido a cinco idiomas. Su intención es ambiciosa: desarrollar la historia filosófica de la representación de la noción del mundo. ¿Cómo imaginar nuestra existencia de hombres, nuestra búsqueda del bien, nuestra presencia en el mundo? Para explorar estas cuestiones, Rémi Brague propone navegar por la historia del pensamiento. Su libro nos restituye a la relación que une el hombre con el universo: indaga los orígenes antiguos y las fuentes bíblicas, recorre las inflexiones medievales y describe el naufragio de la época moderna. Durante dos mil años el hombre se ha visto a sí mismo como un mundo en pequeño: orientado hacia el cielo, hecho para contemplarlo. Ha creído que la sabiduría que buscaba estaba conectada con la que ya gobernaba el universo. El orden y la belleza del mundo eran el modelo que marcaba el bien. Pero esta imagen antigua que sobrevivió durante la Edad Media, se iba a difuminar en el alba de la modernidad. Ha dejado su lugar a `visiones del mundo` donde fragmentos de la concepción antigua se mezclan con nuevos modelos, y el cosmos ha dejado de ser el preceptor del hombre. La sabiduría del mundo se nos ha vuelto invisible. Hoy debemos volver a pensarla de nuevo. Brague va trazando el panorama grandioso de las respuestas antiguas a la cuestión filosófica por excelencia: ¿cómo alcanzar la sabiduría? Su tesis es que todas las respuestas se conciben en relación a una idea que se nos ha vuelto lejana: la idea de cosmos, es decir, de un orden inmutable del universo. Llegar a ser sabio no significa otra cosa, para los antiguos, que observar ese orden e imitar esa sabiduría que es la del mismo mundo. La sabiduría del mundo es el primer título de una ambiciosa trilogía. El segundo volumen afronta el modo en el que el pensamiento se ha representado históricamente la ley divina (La loi de Dieu), y el tercero (aún sin publicar) tratará las maneras en las que el hombre ha buscado históricamente emanciparse de la naturaleza y de Dios.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón