Va al contenido

Huellas N.10, Noviembre 2008

CULTURA - Socios de honor

Universitas cumple 10 años

Ana Llano

El pasado viernes 24 de octubre, en el espléndido Salón de Actos de la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid, la “Asociación para la investigación y la docencia Universitas” celebró su décimo aniversario y homenajeó a sus nuevos socios de honor

Los homenajeados forman un listado que brilla con luz propia. Son grandes maestros de la Universidad española y del mundo, y a ellos nos une un amor por el saber, una sensibilidad por la verdad y una tarea: Mª del Carmen Bobes Naves, Catedrática Emérita de Literatura de la Universidad de Oviedo; el escritor José Jiménez Lozano, premio Cervantes de 2002; Jon Juaristi, Catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alcalá; Massimo Borghesi, Catedrático de Filosofía Moral de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Perugia y profesor de Estética y de Ética de la Pontificia Universidad “San Bonaventura” en Roma; Charles Glenn, Catedrático de Políticas Educativas de la Boston University de EEUU; Nikolaus Lobkowicz, Director del Centro de Estudios para Europa central y oriental y Rector emérito de la Universidad de Munich; César Nombela Cano, Catedrático de Microbiología y director de la Cátedra Extraordinaria de Genómica y Proteómica de la Universidad Complutense de Madrid; Giorgio Vittadini, Catedrático de Estadística de la Universitá degli Studi de Milán y Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad.

Un inicio frágil y precioso
La ocasión fue un evento y no es orgullo vano el que me lleva a hablar de tal tratándose de Universitas, todavía una realidad pequeña dentro del mundo universitario español, y, sin embargo, significativa. Las obras más bellas empiezan siempre siendo pequeñas, pero la mirada sabia y magnánima de Giorgio Vittadini señalaba la semilla de algo grande: «Diría que sois la profecía de la universidad del mañana», afirmó al final de su lección magistral. Sus palabras estremecían por la seriedad con que las pronunció y por su conciencia –tan ajena a cualquier deseo de hegemonía– de que hace falta tiempo y una construcción paciente. El tiempo es una medida que no nos pertenece y que es necesaria para reconstruir la persona, la universidad y el pueblo.
Sé que no fui la única en conmoverme al ver el vídeo sobre la historia de Universitas: el inicio frágil y precioso donde todo estaba ya contenido en germen, como nos dijo hace tiempo Giancarlo Cesana: «La amistad es el verdadero punto de partida, es el lugar de la presencia del Misterio que hace todas las cosas». Luego, las múltiples iniciativas bajo la presidencia de José Mª Saz, el nuevo comienzo –¡no dejamos de empezar!– con la actual presidencia de Guadalupe Arbona.

Una historia viva
¿Qué mostraba el vídeo? Una historia de amistad libre y ofrecida al mundo en el que estamos y vivimos: La Universidad. Exposiciones que muestran rostros que no se olvidan como los de Edith Stein, Robert Schuman y Jean Monnet, los estudiantes de la Rosa Blanca, María Zambrano; la armonía y la belleza imponente del universo (“Una tierra para el hombre”). Jornadas sobre temas de actualidad o de política universitaria y seminarios, como el permanente sobre El sentido religioso de Luigi Giussani en relación con nuestras disciplinas. Y un gran amor por la razón: «La razón del hombre es capacidad de apertura a la realidad según la totalidad de los factores, y es la misma en todos los ámbitos del saber, aunque se manifieste con aspectos específicos en cada campo. Por otro lado, la razón es una dimensión del hombre concreto que está entero ante la realidad, con su afecto y su libertad. No es una abstracción separada de este nexo del hombre con lo real» (Javier Prades, Profesor de Teología Dogmática en la Facultad S. Dámaso, Madrid). Entre medias, escenas continuas de compañía, cenas, reuniones y encuentros en los que si algo saltaba a la vista era la alegría rebosante, la atención de la mirada, la amistad. En el corazón de lo que hacemos está el saber que «somos hombres conscientes de su naturaleza necesitada, que se buscan y buscan comprobar si Aquel que está en su origen y se ha identificado con la verdad responde a ella y clarifica el camino», como afirmó Guadalupe en su introducción al acto.

El placer de la investigación y la enseñanza
A continuación se procedió al nombramiento de los socios de honor: a la lectura del currículo apabullante de cada uno le siguieron palabras llenas de humanidad y espíritu universitario.
A esta común «estima por el genuino espíritu universitario» y a la pasión por la «búsqueda de la Verdad» se refirieron las palabras de agradecimiento de César Nombela Cano, quien comunicó la esperanza firme en el «horizonte de progreso humano [que se abre] para quienes aceptan, con humildad y gratitud, que estamos hechos para la trascendencia».
Y ¿cómo no admirar la trayectoria de una mujer apasionada por la Literatura que luchó por escapar de la estrechez del positivismo y el historicismo reinante en la Universidad de entonces, movida «por un deseo de comprender y también buscando mi desarrollo humano»? Son palabras de Mª del Carmen Bobes Naves, para quien «la literatura es un ámbito específico para conocer el ser y el estar del hombre en el mundo. La crítica formal nos hace percibir la belleza del texto, el estudio semiótico nos descubre sus sentidos, la visión ética convierte a la obra literaria en maestra de vida» y, por ello, «conseguir que los alumnos universitarios adquiriesen competencia suficiente para leer la literatura bajo esta dimensión fue el placer de mis investigaciones y el objetivo de mi enseñanza».

Sin bajar la guardia
Un defensor de la libertad de educación de prestigio mundial como Charles Glenn confesó su vocación de «rastreador de la pasión por la libertad y de los ataques contra ella» a lo largo y ancho de nuestro planeta y de su historia.
Nada menos que a las nueve de la noche comenzó la conferencia sobre “Universidad y Sociedad” de Giorgio Vittadini, recién nombrado también socio de honor. ¡Imposible dormirse o bajar la guardia! ¡Qué inteligencia nueva y potente a la hora de mirar nuestro mundo, sus desafíos y el papel de la Universidad! Frente a la habitual asociación entre mejora de la calidad de la enseñanza y políticas de aumento de los recursos, resaltó que los últimos estudios de los expertos muestran cómo «el aspecto más importante para aprender viene dado por los profesores y, sobre todo, por la calidad de los mismos». Ante un público atento y admirado, casi diría que gritó que «existe un aspecto inmaterial y no mensurable del capital humano, pero absolutamente real: el deseo que tiene el hombre de verdad, de justicia, de belleza, que no sólo se refleja en la vida personal y familiar, sino también en la vida económica y social». Este deseo es «el motor que ha hecho a miles de personas protagonistas de la creatividad social, del desarrollo, del progreso… en todo el mundo occidental. (…) Frente a crisis económicas y financieras, frente a mercados turbulentos y cambiantes… es imposible hacer planes. La gratuidad debe sobre todo vivir en el mundo del trabajo y motivar una pasión por la investigación y por el servicio. Sólo así es posible aceptar la provocación continua de una realidad llena de imprevistos».

Ante maestros
Tener delante de los ojos, ya no uno, sino varios grandes maestros, no sucede todos los días. Y es algo de lo que nuestra sociedad tiene auténtica necesidad, como insiste siempre Massimo Borghesi: «mi esperanza y deseo es que Universitas, que reúne a insignes colegas de todas partes del mundo, pueda cada vez más sostener el empeño y la esperanza de los universitarios jóvenes y que se convierta en un verdadero referente cultural de la España actual, que muestre que la fe cristiana se abre a las instancias más auténticas de la cultura contemporánea y da valor, al mismo tiempo, al gran patrimonio de su tradición».
Nada nos urge más que estrechar relaciones «regidas… por la generosidad y el sentido del don y del regalo», en espléndida expresión de don José Jiménez Lozano, quien no dudó en afirmar que «el honor que se me hace es perfectamente gratuito». Con su brillante prosa que sonaba a música nos recordó que «lo que hay en nosotros de mejor es herencia de treinta siglos y por boca de maestro ha llegado hasta nosotros como un don».
Sólo la vida y su destino merecen la entrega de toda nuestra inteligencia y afecto, tiempo y dinero, y así todo lo demás que tiende a absorber nuestras energías hasta el agotamiento –la familia, el sueldo, los alumnos, la investigación, los imprevistos y exigencias de la carrera universitaria, etc.– se puede vivir con una seriedad e intensidad de otro modo imposibles. Con una amistad así, ¡qué ganas de vivir, de vivirlo todo sin censurar nada!

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página