Huellas N.11, Diciembre 2008

PRIMER PLANO - Navidad 2008

Un hecho en la historia de los hombres

a cargo de Paola Bergamini, Giuseppe Frangi, Mario Gargantini, Paolo Perego, Mario Prignano y Fabrizio Rossi

Escritores, artistas, periodistas, empresarios y políticos...
Les hemos regalado el Manifiesto de Navidad invitándoles a plantearse esta pregunta: ¿qué supone para ti este hecho? Muchos han aceptado cordialmente.
Os ofrecemos sus respuestas como una compañía en este tiempo de Navidad

a cargo de Paola Bergamini, Giuseppe Frangi, Mario Gargantini,
Paolo Perego, Mario Prignano y Fabrizio Rossi

Ya conocéis el Manifiesto de Navidad 2008. Muchos lo habréis colgado ya en la puerta de casa –o en algún sitio bien a la vista– para que sus palabras y la imagen puedan acompañaros en este tiempo de Navidad. Otros lo habréis puesto en vuestra oficina para ofrecerlo también a la vista de los compañeros de trabajo. Otros lo acabáis de ver en la portada de este número de Huellas. No es sólo una forma de celebrar la Navidad. Sirve para manifestar a todos el corazón de nuestra experiencia cristiana: el hecho de que «Él se ha manifestado» y permanece en un «fenómeno de humanidad diferente». Cristo y la Iglesia. Por eso, regalar el Manifiesto a amigos y conocidos, como muchos suelen hacer, es una manera de llevar a todos el anuncio de la Navidad. Hemos propuesto esas frases de Benedicto XVI y don Giussani a personas provenientes de ámbitos muy diferentes: artistas, empresarios, periodistas, políticos… preguntándoles: ¿qué significa para ti este hecho? ¿Cómo te interpela la “pretensión cristiana”, ese Niño «que corresponde a las exigencias de nuestro corazón más que cualquiera de nuestros pensamientos»? Una provocación personal para evitar los lugares comunes como “la Navidad nos hace buenos” o “ya no es lo que era”.
Muchos han aceptado el reto y les agradecemos de corazón. En sus respuestas se expresa una gran humanidad, lo mismo que en el artículo de Antonio Socci –brillante escritor y autor de una reciente Investigación sobre Jesús (Rizzoli 2008)–, que pone de manifiesto que la Encarnación viene a llenar el corazón de los hombres, haciéndolo libre y verdaderamente humano.