Tim Guenard
Más fuerte que el odio
Gidesa 2010
pp. 284 – 16,50 €
El próximo Meeting de Rimini se centrará en uno de los temas claves del pensamiento y de la experiencia de don Giussani: el corazón humano, en sentido bíblico, como conjunto de exigencias y evidencias constitutivas del ser humano. Si alguien, hoy en día, dudara de que este “corazón” constituye el dato original e inextirpable de cualqueir hombre, puede leer con provecho este libro autobiográfico de Tim Guenard.
En primer lugar, llama la atención en él la forma del recuerdo. Multitud de detalles concretos desfilan ante el lector apuntando siempre notas esenciales: «los golpes más violentos los he recibido de quien debería haberme tomado de la mano y decirme “te quiero”», «debo la vida a quienes la sociedad rechaza», «este acto desinteresado del presidente, esta confianza de la jueza, son para mí detonantes de humanidad».
La historia de Tim es de una condición dramática extrema: el amargo sufrimiento del abandono, la violencia sufrida que desencadena más odio y venganza, la sed de afecto y de ternura, tanto más acuciante cuanto más ausente, el rechazo que parece una condena, la tentación de rechazar la vida por demasiada dureza. Nadie puede sentir el propio sufrimiento ajeno al de este niño que crece sin padres y en medio de un sinfín de dificultades. Y, sin embargo, Tim llega a ser un hombre feliz, con una vida envidiable. ¿Cómo lo consigue? ¿A qué se debe esta inversión asombrosa de un destino fatal? Diría que cinco son los elementos que concurren a llevarle en dirección contraria a la desgracia: la necesidad de ser amado, su lealtad ante los hechos, los encuentros con personas auténticas, la fe y, muy especialmente, el perdón: «Sin duda deberé renovar mi perdón, una y otra vez. ¿Es éste el “setenta veces siete” del que habla Jesús? Perdonar no es olvidar. Es aceptar vivir en paz con la ofensa. (...) Para perdonar, es preciso recordar. No hay que esconder la herida, enterrarla, sino, al contrario, exponerla al aire, a la luz del día. Una herida escondida se infecta y destila su veneno. Es preciso que se la vea, que se la escuche, para poder convertirse en fuente de vida. Yo doy fe de que no hay herida que no pueda ir cicatrizando lentamente gracias al amor». Actualmente, Tim Guenard tiene 40 años, está casado y es padre de cuatro hijos. Apicultor y auxiliar del Tour de Francia, vive en el sudeste de Francia, cerca de Lourdes, lugar en el que acoge, junto con su mujer, a personas con dificultades. Su vida atestigua que la impronta del amor Divino en nosotros, un corazón que ama, es más fuerte que el odio.
(Carmen Giussani)
John y Carol Garrard
La vida y el destino de Vasili Grossman
Ed. Encuentro 2010
pp. 504 – 43,00 €
Vasili Grossman (1905-1964), convencido corresponsal de guerra del Ejército Soviético de orígen judío, vivió los acontecimientos más terribles del siglo pasado: la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto y el Terror stalinista. El descubrimiento de la masacre nazi de 30.000 judíos, incluida su propia madre, en su pueblo natal, Berdíchev, le decidió a destapar la complicidad entre nazis y comunistas que había posibilitado este exterminio. Durante casi 30 años fue perseguido, y su principal obra, Vida y destino, no salió a la luz hasta su publicación en Suiza en 1980. La vida y el destino de Vasili Grossman es la biografía más completa de quien hoy es considerado uno de los escritores más importantes del siglo XX, fruto de una investigación a partir de materiales de archivo que sólo tras la caída de la Unión Soviética pudieron conocerse. Pero además de un vivo y apasionante retrato de la vida del escritor en un Estado totalitario, el libro de John y Carol Garrard aporta pruebas novedosas de los orígenes mismos del Holocausto.
Carol Garrard se licenció en Literatura inglesa e Historia americana en la Universidad de Virginia. Ahora se dedica a escribir y es editora independiente. John Garrard es profesor de literatura rusa en la Universidad de Arizona.
Fabrice Hadjadj
La profundidad de los sexos. Por una mística de la carne
Nuevo Inicio 2010
pp. 304 – 24,00 €
La sensibilidad anti-dualista del “breviario de combate y vulnerabilidad” que nos brindó Fabrice Hadjadj en La fe de los demonios reaparece con fuerza y con una brillantez literaria redoblada en su último ensayo. Hadjadj lanza un torpedo cargado de inteligencia en la línea de flotación de la reducción moralista del cristianismo.
Creemos conocer sobradamente esos sexos que son parte de nuestra identidad carnal, es decir, de nuestra humanidad. Unos propugnan su desinhibición y hacen desaparecer su luminosidad bajo las oscuras abstracciones de la “sexualidad” o el “género”. Acaban así defendiendo una especie de cartesianismo en donde una voluntad todopoderosa apalea sin misericordia a un cuerpo que se resiste y gime como la burra de Balaam. A otros, en cambio, les asustan sus diferencias y temen su confusión. El autor, más allá de cualquier reducción biológica o sublimación psicológica, considera en este libro la sexuación humana en toda su profundidad. Nos descubre cómo «se abren bajo nuestras cinturas caminos impenetrables» que nos acercan al misterio de amor que sostiene nuestra existencia.
Contra todos los nefastos dualismos que quieren estorbar la vida plena del hombre, entre ellos todos los proyectos técnicos que reducen el hombre a una materia prima, este libro reconoce el espíritu que se da en la carne misma. Contra todos los moralismos que asfixian la alegría, entre ellos también todo ese inmoralismo que no deja de querer aleccionarnos, este texto hace surgir «una moral que se ríe de la moral», reservando el lugar que se merece a la dramaturgia del deseo. Los esfuerzos de Hadjadj se encaminan más a describir que a prescribir. No se trata de escapar de la moral, ni de que lo escrito hasta ahora sea insuficiente. Al contrario, según el autor, todos los principios vienen dados ampliamente en el Catecismo de la Iglesia Católica. No hay, pues, nada que añadir. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto seguirlos? De este fracaso pretende dar cuenta este libro, para ver cómo hasta este fracaso sigue estando de acuerdo con los más altos de aquellos principios. La Carta de Santiago dice a ese propósito: «El juicio será sin misericordia para el que no usó de misericordia, pero la misericordia se ríe del juicio» (St 2, 13). La mística de la carne será, después de todo, una moral, pero una moral capaz de reírse y, para decirlo todo, una moral dramática.
El texto camina a través de la literatura, la filosofía y la Escritura, y nos invita a sumergirnos en profundidades sexuales sucesivas: el cuerpo, la pareja, el hijo, la Ciudad y, finalmente, el Cielo posible. Nietzsche escribía en Más allá del bien y del mal (nº 238): «La forma y el grado de la sexualidad de un hombre lo impregnan hasta en las cimas de su espíritu». A lo que replicaba Gustave Thibon: «La forma y el grado de la espiritualidad de un hombre lo impregnan hasta en las profundidades de su sexo». La profundidad de los sexos navega entre esas dos frases. Los sexos aparecerán en ella como algo mucho más espiritual que la mayoría de los conceptos que usamos para pensarlos.
(Sebastián Montiel)
José Jiménez Lozano
Un pintor de Alejandría
Ed. Encuentro 2010
pp. 130 – 18,00 €
José Jiménez Lozano, premio Miguel de Cervantes 2002, nos vuelve a cautivar con este ingenioso y divertido relato sobre las peripecias de un pueblo que quiere rehacer las pinturas de la iglesia deterioradas por el tiempo. Para ello, Don Absalón, el cura del pueblo, instiga a Juan de Salinas para que vaya a buscar a un pintor a las lejanas tierras de Alejandría. Las extrañas situaciones vividas en el viaje, las conversaciones del pintor en Castilla y los efectos que produce la pintura se describen con la certera y original prosa del autor. Una narración llena de inteligente y disparatado humor y una metáfora tierna del final de los tiempos.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón