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Huellas N.1, Enero 2010

BREVES

Ensayos de subsidiariedad
PARA CREAR ALGO NUEVO
NO ES NECESARIO ESPERAR
GRANDES REFORMAS

Giorgio Vittadini*

Funcionarios que descubren de nuevo su trabajo gracias a cursos de formación. Madres que abren escuelas maternas en sus casas. Así se construye desde abajo…

Hoy en día las palabras “vagos” y “normas” dominan el debate sobre los funcionarios de la Administración Pública. No resulta superfluo mostrar cómo un cambio puede venir desde abajo, desde la conciencia y la iniciativa de las personas que construyen obras. Muchos hablan hoy de “subsidiariedad” y creen en su valor, pero no saben cómo practicarla. Al igual que en cualquier otra actividad, antes de obrar, hay que aprender, y se aprende de la experiencia y de la reflexión sobre ella.
A tal fin la Fundación para la Subsidiariedad ha puesto en marcha, junto con algunas Administraciones y algunos entes públicos, la Escuela de Subsidiariedad, una iniciativa que imparte cursos de formación para administradores, responsables de proyectos y técnicos en materia de políticas públicas, operadores del campo profit y non profit: apta para todos los que trabajan en servicios sociales, educación, empresas de utilidad pública o desarrollo del territorio.
La Escuelas, de la mano de los funcionarios y los políticos locales que las han impulsado y de las realidades privadas que han tomado parte, toman en consideración iniciativas particularmente iluminadoras que responden a las necesidades sociales en los campos que hemos mencionado. Complementariamente, importantes estudiosos muestran el valor metodológico de estos ejemplos y ofrecen una profundización teórica. Hay también un amplio espacio para el debate. Los encuentros de las Escuelas de Subsidiariedad se adecuan a las distintas exigencias locales y pueden implicar, desde un número restringido de operadores de un sector determinado, a uno mucho más amplio que abarca grandes áreas territoriales. En Nola (Nápoles), Mediglia (Milán) y Magenta (Milán), las Escuelas cuentan con una decena de participantes cada una. En ciudades como Brescia y Pescara, las Escuela cuentan con una experiencia plurianual, en las que cada curso aborda una problemática actual. En el Veneto, la Escuela tiene un carácter regional: se han impartido cursos para los administradores locales de las siete provincias de la región. En Lugano, desde hace un año, está en marcha una Escuela de Subsidiariedad.
En muchos casos, la Escuela devuelve a los funcionarios una motivación laboral y les ofrece un cauce para una nueva creatividad profesional. En Parma, por ejemplo, la Escuela impulsó la creación de un nuevo sistema de welfare local. Al igual que en otras ciudades italianas, empezó un proyecto Tagesmutter (del alemán: “mamá de día”) que ofrece una respuesta económica y de servicio a aquellas familias que, en lugar de dejar a los niños en una guardería, prefieren dejarlos con una madre que los cuida en su propia casa. También en Parma, y por primera vez en Italia, se ha elaborado un sistema de tarifas y acceso a los servicios  públicos del ayuntamiento (guarderías, escuelas maternas, servicios sociales y asistenciales, etc.) y a los sistemas de contribución económica a medida de las posibilidades de las familias.
No hace falta esperar grandes reformas – por supuesto necesarias – para iniciar un cambio desde abajo: las Escuelas de Subsidiariedad son un pequeño pero significativo ejemplo en este sentido.
*Presidente de la Fundación para la Subsidiariedad

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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