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Huellas N.7, Julio/Agosto 2006

IGLESIA Movimientos

Obra del Espíritu

a cargo de Alberto Savorana

Mensaje del Papa y apuntes de las ponencias de los cardenales Schönborn, Ouellet y Scola en el II Congreso mundial de los movimientos y de las nuevas comunidades. Rocca di Papa, 31 de mayo-2 de junio de 2006

El II Congreso mundial de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades (que tenía por título “La belleza de ser cristianos y la alegría de comunicarlo”, unas palabras extraídas de la homilía de apertura del ministerio petrino del 24 de abril de 2005) se ha abierto con la lectura de un largo mensaje autógrafo de Benedicto XVI. Dicho congreso ha tenido lugar del 31 de mayo al 2 de junio, y ha reunido en Rocca di Papa a 300 representantes de más de 100 realidades católicas procedentes de todo el mundo, como preparación al gran encuentro con el Papa del 3 de junio en la plaza de San Pedro, en la vigilia de Pentecostés, en el que han participado más de 400.000 personas.
La composición del Congreso ha sacado a la luz, además de los movimientos más conocidos, una miríada de nuevas comunidades caracterizadas por dos elementos: un vínculo apasionado con Benedicto XVI, mirado como referencia segura para la propia vida de fe; y la necesidad de una educación para profundizar en las razones de esta misma fe, de forma que el estupor del inicio se desarrolle como convicción.
Esto ha mostrado hasta qué punto esta multiforme realidad de movimientos y nuevas comunidades necesita de una guía, la que el Consejo Pontificio para los laicos está llamada a desempeñar por mandato del Papa: reclamando a mirar la naturaleza del cristianismo, que no es ante todo un discurso o una ética, sino «el acontecimiento de un encuentro» (Deus caritas est) que cambia la vida.
En el I Congreso de los movimientos el entonces cardenal Ratzinger había pronunciado una conferencia sobre el tema “Movimientos eclesiales y su situación teológica”. Ocho años después se dirige a los congresistas con toda la autoridad de un Papa, e invita a reflexionar «sobre una característica esencial del acontecimiento cristiano, pues en él nos sale al encuentro Aquel que en carne y sangre, de forma visible e histórica, trajo a la tierra el esplendor de la gloria de Dios».
En una época en que la razón del hombre está seriamente amenazada por el relativismo y el nihilismo, el Papa observa que «Cristo se hace presente en el corazón del hombre y lo atrae. Gracias a esta extraordinaria fuerza de atracción, la razón sale de su entorpecimiento y se abre al misterio». Esto, continúa el Papa, «ha puesto en “movimiento” a tantas personas... También hoy Cristo sigue haciendo resonar en el corazón de muchos la invitación: “Ven y sígueme”, que puede decidir su destino. Eso se produce normalmente a través del testimonio de quienes han experimentado personalmente la presencia de Cristo».
El mensaje prosigue con una llamada a los movimientos: «Llevad la luz de Cristo a todos los ambientes sociales y culturales en los que vivís... Iluminad la oscuridad de un mundo trastornado por los mensajes contradictorios de las ideologías». El Papa invita a ofrecer «el testimonio de la libertad con la que Cristo nos ha liberado. La extraordinaria fusión entre amor de Dios y amor al prójimo embellece la vida y hace que vuelva a florecer el desierto en el que a menudo vivimos. Donde la caridad se manifiesta como pasión por la vida y por el destino de los demás, irradiándose en los afectos y en el trabajo, y convirtiéndose en fuerza de construcción de un orden social más justo, allí se construye la civilización capaz de frenar el avance de la barbarie».
No se trata de una retirada del mundo para seguir una vaga religiosidad o una espiritualidad desencarnada, sino la máxima participación en las vicisitudes de la vida terrena en un «compromiso misionero», que significa comunicar a los demás la belleza del cristianismo que cambia el mundo. Benedicto XVI termina recordando a los movimientos y a las nuevas comunidades que «vosotros pertenecéis a la estructura viva de la Iglesia. La Iglesia os agradece vuestro compromiso misionero, la acción formativa, la promoción de las vocaciones» y también «la disponibilidad que mostráis para acoger las indicaciones operativas no sólo del Sucesor de Pedro, sino también de los obispos».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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