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Huellas N.6, Junio 2005

EDITORIAL

La energía que viene del ideal

Un antiguo adagio reza: «Cuando las cosas se ponen feas, los valientes bajan al ruedo». Por la prensa tenemos indicios de que Europa está entrando en una época muy difícil, especialmente desde el punto de vista económico. Se notan ya las repercusiones sobre la vida de las personas y muy probablemente se irán agravando. Las cosas se ponen feas. Lo delatan ciertos comportamientos y algunos resultados electorales, así como la crispación difusa, a menudo exacerbada e instrumentalizada (sirvan de ejemplo las recientes elecciones regionales en Italia o el “no” victorioso a la Constitución Europea en Francia).
Cuando las cosas empeoran parece inevitable que prevalezcan la queja y la protesta, tanto en el ámbito personal como colectivo. Hay muchas razones para protestar. ¿Pero estamos seguros de que “ser valientes” es lo mismo que ser reactivos? ¿Significa secundar la rabia y la protesta? ¿No se tratará más bien de algo más sólido, constructivo y capaz de proporcionar un impulso renovado?
Lo realmente valiente en el hombre es el “deseo”. Sobre él se puede construir, incluso en situaciones que imponen cambios drásticos y renuncia a determinados estilos de vida. Para no reducirse a vaga aspiración, el deseo busca un ideal, algo con lo que compararse y que represente el cumplimiento del bien que anhela.
Son necesarios el deseo y un ideal que lo sostenga para que la vida no sucumba a la desesperación o la fatiga, no dependa del éxito en los negocios o se agote en defender intereses particulares. Gracias a la tenacidad del deseo y a la verdad del ideal que lo sostiene podemos construir sin miedo a las dificultades, mirando con realismo lo que hay que conservar y lo que queda por cambiar.
Algunos privilegiados podrán quizás esquivar las dificultades que se avecinan, pero la mayoría no. Necesitamos hombres que se pongan manos a la obra y que, animados por un deseo de bien para ellos y para sus hijos, asuman su responsabilidad, de manera que no prevalezcan sentimientos de división, envidia y encarnecida lucha por intereses particulares. Esto nos proporcionará energía en lugar de veneno y capacidad de construir en lugar de protestas estériles. Tenemos muchos ejemplos en este sentido, lugares y personas concretas a los que podemos seguir e imitar.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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