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Huellas N.10, Noviembre 2009

BREVES

Cartas

a cargo de Carmen Giussani

Padres para siempre
En un encuentro público en Lima escuché el testimonio de una pareja. La chica se embarazó y, al tercer mes, en su ecografía detectaron que su bebé era anencefálico. De inmediato el doctor le dijo que debía abortar, que no tenía otra opción, porque estos niños no tienen posibilidad de vida y por tanto los nueve meses de gestación iban a ser inútiles. El joven papá, Jan, indignado, le respondió que era una decisión de ellos y se retiraron, esperando encontrar apoyo en la familia. Igualmente fueron puestos en duda por los familiares, que, asustados, les dijeron que hiciesen caso al doctor. Jan contaba que se sentían solos contra el mundo, y sin embargo de inmediato pensaron en el único lugar en el que habían encontrado algo distinto, una esperanza para su vida, la Universidad Sedes Sapientiae. Acudieron a hablar con monseñor Lino Panizza, quien los llevó a personas que los orientaron y acompañaron, y con lo que continua una gran amistad. Así siguieron todo el proceso normal de gestación. Los padres hacían escuchar música al bebé y él respondía con el movimiento de su cuerpo, tenía reacciones, porque como demostraron las sucesivas ecografías y análisis, le faltaba parte del cerebro y no todo, como le había dicho sin ninguna prudencia el doctor tras la primera ecografía. Llegó la hora de dar a luz al llegar al hospital se encontraron con un sacerdote que iba haciendo la bendición de las embarazadas. Jan comentaba que fue como si el Señor les acompañara en esa difícil situación. Heidi dio a luz un varón y le pusieron de nombre Andrés. Le bautizaron. El niño vivió 8 horas. Decía Jan: «Durante el embarazo de Heydi tuve contacto con profesionales mentirosos y egoístas, pero también con personas que me dieron esperanza. Comprendí lo que significa ser padre. He reflexionado mucho en este tiempo tan dramático, y me da mucha alegría que, con la ayuda de estos profesores y amigos de mi Universidad haya podido enfrentar las dificultades y traído a mi bebé al mundo». Terminó diciendo que lo que le movió a hablar es el deseo que estos pseudo doctores, medios de comunicación, y muchas ONGs, no sigan engañando a más personas, y que todos sepan que existen lugares donde se puede acudir para recibir una mejor orientación y, sobre todo, que quería comunicar la esperanza que se ha fortalecido en estas difíciles circunstancias.
María Luisa, Lima (Perú)

Como los primeros
El pasado mes de octubre Julián Carrón visitó la Casa de Menores Virgen de Caacupé, ubicada en Itagua. Hace unos diez años Pedro Samaniego conoció a unos menores infractores recluidos en la Antigua Cárcel de Menores de Panchito López. Refiriéndose a esta obra Carrón dijo que supone todo un reto para nuestra sociedad, donde la mentalidad inquisitiva reina en la conciencia colectiva de la población, infiriendo peligrosamente en el desarrollo de los procesos judiciales. Recordó la escena de Jesús con la adultera a sus pies, acusada por los defensores de la ley de esa época y condenada a morir apedreada: «El que esté libre de pecados, que tire la primera piedra».
Samaniego contó cómo nació la Casa, la historia de los chicos y los problemas que tiene para al hablar con magistrados y abogados. El padre Carrón dijo que la misericordia cristiana es un hecho plasmado en esta obra y a la vista de todos. Hace seis meses, con algunos compañeros de facultad decidimos realizar una acción caritativa en esta Casa, que empezó en 1994. Pedro es una de las personas más sencillas y seguras que conozco, de las que lucha por lo que cree y con una fe sólida. Con los años, al cumplir los chicos sus condenas, los mismos buscaban a Pedro, querían estar con él, vivir con él: era la misma experiencia de los primeros que se encontraron con Jesús. La Casa cuenta con un régimen de trabajo productivo donde los chicos aprenden distintos oficios, desde el trabajo de la tierra, la producción de bienes para autoconsumo y comercialización o un plan para completar los estudios primarios y secundarios. La limpieza, el orden, el respeto a los horarios, pero sobre todo el padrinazgo de Pedro con los chicos, trasmite la experiencia cristiana, no mediante reclamos morales o simples normas, sino con la vida entera. Es una propuesta que hace revivir a estos muchachos de vidas pasadas oscurecidas por el olvido. Sus miradas brillan ante algo tan grande del cual no se sentían dignos, pero que los ha alcanzado redimiéndolos y encaminándolos hacia un destino bueno. ¿Asesinos recuperados y reinsertados en la sociedad? ¿Rateros trabajando en empresas y fábricas? ¿Una realidad idealizada? No. Una hermosa realidad cuyas semillas empiezan a cambiar este país en el día a día.
Claudio Daniel, Asunción (Paraguay)

En memoria de don Giorgio
Nuestro querido don Giorgio Pontiggia nos ha dejado. Su entrega total a la educación de los jóvenes siguiendo a don Giussani quedará siempre para nosotros como un testimonio único.
Son muchos los que hoy lloran la muerte de un padre, de uno que les ha comunicado el significado de la vida. Muchos que no podrán olvidar jamás la pasión que tuvo por cada uno de ellos. ¡Son tantos los que pueden decir que han encontrado a través de él la fe como algo atractivo y grande! En él todas las cosas, hasta su temperamento, nos hablaban de que ser cristianos es ser hombres, sin olvidar ni censurar nada.
Don Giorgio permanecerá para todos nosotros como ejemplo de seguimiento del carisma en las circunstancias actuales de la vida del movimiento. Especialmente en los últimos años, tras la muerte de don Giussani, destacaba su voluntad de identificarse con los pasos que el Espíritu de Cristo nos sigue indicando a cada uno para que se cumpla Su obra en el mundo.
Pedimos a don Giussani que interceda para que se nos conceda la misma pasión que hemos visto en don Giorgio para anunciar y dar a conocer a Cristo al mundo.
Julián Carrón
Milán, 19 de octubre de 2009


El artífice de nuestra compañía
Hace un mes nos visitó una amiga de Rimini. Los días que pasamos juntos son inolvidables, porque su humanidad nos acercó el rostro del Señor. La conocimos cuando éramos más jóvenes, casi adolescentes, y nos llamó mucho la atención la nobleza y sencillez de esta joven, que se admira de lo que tal vez puede parecernos común o damos por descontado. En estos días nos remitía al autor de la belleza de la exuberante naturaleza tropical, que es también el artífice de nuestra compañía. Experimentamos la sorpresa del niño que no encuentra forma para atrapar con la mirada la inmensidad del mar –según reza el relato del escritor uruguayo Eduardo Galeano–, y pide a su padre que le ayude a mirar: “Señor, haz que te reconozca en lo que veo. Te damos gracias por renovar tu Presencia para nosotros de forma tan solícita y excepcional”.
Carta firmada, La Habana (Cuba)

Vulnerabilidad y Belleza
San Juan Capestrano es el principal Hospital Psiquiátrico de Puerto Rico. Publicamos la carta que una compañera de trabajo escribe a su amigo Daniel.
Aquí entre presentaciones de casos, preparación de clases y un cansancio mental fácil de imaginar, te escribo unas líneas. Sabes, U2 es un gusto que he adquirido gracias a ti. Bajé varias canciones y esta capturó mi atención: Miss Sarajevo. No sólo por la música y por el hecho de que Pavarotti entra impetuosamente... sino por el significado de la canción para mi vida. Me imagino que sabrás la historia de la canción, pero yo no la conocía. Pienso que no fue para nada casualidad que, en el caos total y la desesperación de una guerra, tuviera cabida un concurso de belleza. Hoy la dureza del trabajo en el hospital pudo conmigo, el dolor era casi insoportable. Tengo una paciente que intentó quitarse la vida, otra que prefiere vivir entre cuartos que se cierran con llaves y restricciones porque cree que nunca será “libre” en el mundo real… ¡Todo esto antes de las 10 am! No puedo evitar pensar en qué significa esto para mí. O me vuelvo como el tal Dr. Dorta, que no cree en nada ni en nadie, o trato de buscar el rastro de la “Belleza” incluso en el caos. Hoy no lo logré, me venció la tristeza y la ansiedad. Salí del hospital con una mezcla de sentimientos contradictorios. Ni hablar por teléfono, ni oír música, ni pensar en lo que me esperaba me quitaba de la mente esas caras, esas historias. ¿Sabes lo único que me permitió ir a clase más tranquila? Rezar el rosario. Vi el rosario en mi carro y fue algo necesario en ese momento. Tuve que hacerlo en voz alta para pensar cada palabra que pronunciaba. Mientras pasaba las cuentas las cosas iban tomando un poco más de sentido, o por lo menos yo entendía un poco más lo que me estaba pasando. Me siento como Inela Nogi?, Miss Sarajevo... en el sentido más concreto de la analogía. No sé si esta mujer era o no la más bella que pudieron encontrar en medio de una guerra, pero en este momento ella remitía sin lugar a dudas la belleza, la libertad y la paz, que todos necesitan para vivir. Soy yo quien está “en la guerra del hospital psiquiátrico” para mostrar esa Belleza, con B mayúscula, es decir, la presencia del Señor en medio del trabajo, la fatiga y mi propio límite a la vista de todos. Aguantar mi propia vulnerabilidad –porque a nadie le gusta que los demás vean toda su debilidad–, sería imposible por uno mismo. En la prueba más dura me doy cuenta que sin Él no puedo vivir, y que reconocerle presente es una necesidad absoluta para mí. Porque ahí estoy yo, nadie más, y soy yo la que necesita vivir la relación con el Misterio.
Michelle, San Juan (Puerto Rico)

Sobre la canción de U2. La canción procede de la banda sonora de un documental, Miss Sarajevo, dirigido por Bill Carter. Este director había viajado a Bosnia en medio de la tensión que desembocó en la guerra y se vio de pronto en medio del conflicto. Sobrevivió comiendo tarros de comida para bebés que encontró en un edificio en ruinas donde pudo refugiarse. Pero se las arregló para mantener el material de grabación que usó después para realizar el documental.
El texto de la canción se inspira en un episodio al que se refiere la carta, y que impresionó mucho a Carter: en medio de la desolación de la guerra, alguien en Sarajevo propuso organizar un concurso de belleza, que ganó una chica de 17 años, Inela Nogic. Carter explica que el episodio le conmovió porque la necesidad de “belleza” se extremaba en medio de su negación, es decir, del mal de la guerra.
Bono conoció la existencia del documental cuando estaba en fase de montaje, y decidió apoyarlo con esta canción, a la que invitó a sumarse a su amigo Pavarotti porque, para Bono, su voz encarnaba, precisamente, la belleza. Me parece que su parte es la más conmovedora de la canción.
Creo que la traducción no recoge bien un detalle que me parece bonito y expresivo: en inglés, Bono utiliza la fórmula interrogativa (is there...) pero sin signo de interrogación.
Tampoco la música sugiere la interrogación que, sin embargo, está en el texto (texto que, por cierto, podría haber funcionado igualmente bien desde un punto de vista rítmico en afirmativo: there is a time vs. Is there a time).
Para quien entiende inglés es muy impresionante, porque es como si faltase algo, como si la pregunta no llegase a formularse completamente. Me parece que este juego procede de la propia sorpresa de Bono (¿Puede ser ahora el momento del colorete y el carmín de labios? ¿Es el momento de encontrar a la reina de la belleza?) a quien no le cuadra esa iniciativa ante al dolor que les rodea, aunque tiene que plegarse ante un hecho (“aquí viene, con la cabeza vuelta, decidida a ponerse la corona de reina”): de alguna manera, se impone la vida. Bono dijo en alguna ocasión que esta canción es su favorita de U2.
Entiendo que la amiga de Daniel se reconoce en medio de un paisaje muy parecido al de Sarajevo, rodeada de un mal que parece serlo todo, y provocada, como Bono, por la historia de Miss Sarajevo.

El mismo abrazo
Mi primo Alessandro ha tenido que marcharse repentinamente a España para estudiar allí en la universidad. Él es el pequeño de tres hermanos, el más “mimado” y sensible, y toda la familia ha querido acompañarle, y han estado cuatro días en España. Mis tíos me pidieron que buscara el teléfono de alguna pensión allí en Villanueva (tengo algunos parientes en Madrid). Por eso me puse a llamar por teléfono para encontrar alguna persona del movimiento que me pudiese ayudar. No me dieron el teléfono de ninguna pensión, ¡sino que acogieron a toda la familia (cinco personas) en su casa! Además les han ayudado en todo, les han acompañado (¡la separación ha sido dura para toda la familia!), y después de cuatro días juntos ¡les han organizado una fiesta! Pero, ¿os dais cuenta? Cuando ha vuelto mi tío, ha venido enseguida a verme y me ha contado todo. ¡Os aseguro que nunca le había visto tan contento! Mi marido le ha preguntado: “Pero, ¿te han contado cómo han conocido el movimiento?” Respuesta de mi tío: “¡En absoluto! Se veía que no les interesaba hacer proselitismo. Ellos viven así; si a ti te interesa recorrer el mismo camino, te vas con ellos”. Este abrazo total a mi familia es lo mismo que experimento. ¿Os dais cuenta? ¡Es la misma Persona! ¡Es el mismo abrazo! ¡Es siempre ÉL! ¡Ésta es la experiencia que he vivido y que vivo! ¿Cuál es la prueba? La prueba es que ya no estoy sola ante la realidad. Tengo que afrontar un trabajo que me cuesta, ¡llamo a mis amigos y pido ayuda! ¿Tengo que buscar el teléfono de una pensión? ¡Llamo a mis amigos! Lo más grande no es resolver todos los problemas, ¡sino estar juntos porque Él está! Grazia

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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