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Huellas N.7, Julio/Agosto 2009

VACACIONES (lecturas) - Una ayuda para la libertad

Los orígenes históricos del cristianismo (José Miguel García)

Nicolás*

Mientras estaba leyendo, en el colectivo, el libro Los orígenes históricos del cristianismo (Editorial Encuentro, 2007), se me acercó una persona y me preguntó interesada sobre lo que leía: “Pero ese libro, ¿de qué trata? ¿Es la verdadera historia? ¿Cuenta lo que verdaderamente pasó, o sólo es una interpretación, otra historia más?”¿Y por qué esto todavía interesa? ¿Por qué Jesús sigue siendo tema de controversia y discusión? La verdad histórica o sea, el poder llegar a tener la certeza sobre un hecho que sucedió en un momento y un lugar dado, y el poder llegar, de la misma manera, a su significado, es algo que concierne no sólo a los historiadores en su disciplina. En realidad, para cada uno de nosotros es necesaria esta certeza en nuestra vida cotidiana. De ahí la importancia de establecer la historicidad del cristianismo, de poder decir qué fue lo que verdaderamente ocurrió y de averiguar quién fue Jesús en realidad. Esto es lo que se propone el libro Los orígenes históricos del cristianismo de José Miguel García.
En primer lugar, el autor se dedica a hacer una rápida reseña de las fuentes cristianas y extra-cristianas existentes. Desde Tácito hasta los escritos rabínicos de los primeros siglos después de Cristo, pasando por los Evangelios canónicos y apócrifos, se da un repaso general para demostrar la abundancia de testimonios sobre los orígenes cristianos.
A continuación, García analiza los hechos más destacados de los Evangelios sobre los cuales se han establecido las mayores controversias historiográficas y las críticas más importantes a su historicidad: los milagros realizados por Jesús, el problema del “secreto mesiánico”, las supuestas contradicciones de los mismos Evangelios en fechas, lugares y eventos, y la más importante de todas, la pretensión de Jesús de ser Dios.
El libro, cuya hipótesis básica es la del “sustrato aramaico” de los Evangelios, continúa con unos capítulos que se dedican al suceso fundamental de los Evangelios: la muerte, Resurrección y posterior manifestación de Cristo a los apóstoles en distintas apariciones. Aquí el autor hace una pequeña aclaración que es muy importante «en buena crítica histórica, el único modo de explicar el mensaje de la Iglesia primitiva sobre la resurrección es hacerlo brotar de una experiencia real, no meramente subjetiva, de Jesús resucitado por parte de los primeros testigos, experiencia que tenemos descrita en los relatos evangélicos de las apariciones. Con esto no decimos que la investigación histórica nos introduce en el misterio de la resurrección de Jesús; eso sólo puede hacerlo la fe. Pero lo que sí puede hacer es mostrar cómo creer en todo el misterio que representa esta obra de Dios es un rationabile obsequium fidei». O sea, la historia puede mostrar lo razonable que es creer en la resurrección, no habiendo alternativas sensatas al suceso relatado. Lo que no puede hacer la historia es hacernos comprender su verdadera importancia.
En los últimos capítulos el autor desarrolla y ahonda los temas de las primeras comunidades cristianas, la predicación paulina, la expansión del cristianismo en el Imperio Romano y la relación de los cristianos con el judaísmo y con el Imperio. En todo momento se ve la novedad radical que el cristianismo supone para el mundo grecorromano: pone fin a los esquemas y barreras sociales y políticas del mundo sin romper, paradójicamente, con el mundo.
El Cristianismo es, ante todo un hecho histórico, que continúa en el presente. Por lo tanto, la verdad sobre él sigue siendo alcanzable no por un razonamiento o un esfuerzo interior, sino mediante la historia. Es necesario saber si fue verdad lo que ocurrió, si Cristo fue y es lo que Él dijo ser.
Así se expresa al respecto Benedicto XVI: «Sí, ha ocurrido realmente. Jesús no es un mito, es un hombre de carne y hueso, una presencia del todo real en la historia. Podemos visitar los lugares donde estuvo y andar por los caminos que Él recorrió, podemos oír sus palabras a través de testigos. Ha muerto y ha resucitado. […] y los mitos lo han esperado a Él, en quien el deseo se ha hecho realidad».
*publicado en www.el-capaneo.blogspot.com

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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